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La enseñanza educativa ha evolucionado y con ello la manera de adquirir conocimientos por niños y jóvenes en México. Para el caso de los segundos, se encuentran ante un mercado laboral revolucionado en el que predominan la innovación y tecnología, sectores en los que la educación del país no se ha logrado desarrollar y que son retos para la administración entrante.
Ante esta serie de cambios se necesita que las instituciones educativas y el gobierno inviertan en nuevos modelos con enfoques de emprendimiento y con alto impacto en la sociedad, comenta Ignacio de la Vega, decano de la EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, en entrevista con EL UNIVERSAL.
El académico dice que “los proyectos de emprendimiento en México son de bajo impacto”, además considera que hay una escasa inversión para los proyectos, y los que tienen éxito optan por salir del país y esto se refleja en los indicadores macroeconómicos.
Sobre los proyectos de emprendimiento, el decano menciona que son poco sostenibles y tienen alto grado de fracasar, porque son financiados con recursos propios y existe poca participación de capital debido al giro de los proyectos, los cuales requieren menores niveles de inversión y cuentan con poca innovación.
“Durante los últimos 20 años en empresas con mayores márgenes de capitalización en Estados Unidos han cambiado el perfil y estos proyectos tienen como origen el emprendimiento, tal es el caso de Facebook o Apple”, y agrega que el caso de empresas que dominan el mercado mexicano son las mismas durante el mismo periodo, además considera que se debe atraer inversión para detonar este sector y genere crecimiento.
En comparación con economías similares, como las latinoamericanas, México tiene una buena posición; sin embargo, es necesario crear ecosistemas para atraer talento y retenerlo; el investigador destaca el crecimiento que han tenido ciudades como Guadalajara y Monterrey, aunque considera que hay un largo camino por recorrer.
La educación, el origen. Actualmente las compañías demandan otro tipo de perfiles, y desde la educación estos deben ser creados con una formación en la cual se integre la investigación e innovación.
La creación de estos ecosistemas genera un círculo en el que el gobierno y el sector empresarial entran en juego; en medio se encuentran las instituciones educativas.
“Uno de los primeros pasos que se debe dar es incrementar la inversión pública en innovación y desarrollo, donde México está rezagado e invierte 0.4% del Producto Interno Bruto (PIB), a diferencia de Estados Unidos, que destina 2.4% del PIB”.
En materia educativa, las decisiones de la próxima administración serán vitales, y considera que cancelar la reforma educativa retrasaría cinco años al sector; el enfoque de la administración entrante es una incógnita.