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Desde hace un año, México demostró que en materia de fintech, estaba aventajando a países que habían demostrado estar a la delantera como Brasil. Las compañías que ofrecen servicios financieros a través de tecnología –denominadas fintech, de los términos financial y technology– crecieron 50% para 2017. El país vio nacer 80 nuevas empresas de este tipo de noviembre de 2017 a 10 meses atrás, según el Fintech Radar México.
Hablar de desarrollo fintech es importante a escala global, pero es mucho más esencial en un país como México, en el cual el difícil acceso a productos bancarios hace que una gran parte de la población no esté bancarizada. Esto es relevante porque la bancarización va de la mano con el desarrollo y el combate a la pobreza.
Y a México le está yendo bien. Ya superó a Brasil y se colocó como puntero con 238 startups fintech, lo cual colocaba al país en la “carrera por la innovación fintech en América Latina”. En esta misma carrera, hace unos días Konfío, una startup especializada en el otorgamiento de créditos en línea para pymes —una de las pioneras en esta industria junto con Kueski, Kubo Financiero y Clip— logró que varios fondos volvieran a confiar en su solidez y le otorgaran mil 700 millones de pesos para contribuir a su expansión.
Acercar a las personas con los productos financieros —ya sean créditos personales o de negocios, monederos o terminales de tarjetas de crédito, por ejemplo— es el alma de las fintech. Y es que la inclusión financiera es “la clave para disminuir la pobreza e impulsar la prosperidad”, explica el Banco Mundial.
“Esta inversión debe llegarle a la economía, a las personas, a los empresarios a los que les prestamos para que mejoren su negocio. Está muy bien decir que levantamos mil 700 millones de pesos, y ahora es hacer que ese dinero llegue a las pequeñas empresas mexicanas. Detrás de todo esto está que va a contribuir al desarrollo del país y eso es lo importante”, asegura Filiberto Castro, vicepresidente de Data Science en Konfío y uno de sus fundadores.
La cifra que levantó esta startup es histórica y sólo se compara en mucho menor medida con los 35 millones de dólares levantados por Kueski (una startup especializada en préstamos personales) hace un par de años, lo cual demuestra no sólo que esta industria está en plena consolidación sino que los inversionistas extranjeros están volteando a ver cada vez más a América Latina como destino de su inversión.
“Con todo el tema de elecciones, puede ser no el mejor momento, pero consolidamos un monto histórico de inversión. Hay mucho apetito por México, somos privilegiados porque somos la economía número 12 del mundo, somos parte del G-20, tenemos un bono demográfico interesantísimo lleno de jóvenes que están tomando poder adquisitivo y somos la segunda economía en tamaño de América Latina”, explica Castro. De hecho, en la lista de países receptores de las mayores cantidades de capital, se encuentra en segundo lugar México después de Brasil.
El año pasado (2017) QED Investors lideró la inversión en startups mexicanas con siete millones en la Serie A otorgados a ComparaGuru, una plataforma de comparación de productos. En esta operación también participaron Seaya Ventures, Struck Capital, Nova Founders Capital y Peter Thiel, fundador de PayPal y primer inversionista externo de Facebook, todo esto de acuerdo con datos de la Asociación Latinoamericana de Capital de Riesgo & Capital Privado (LAVCA, por sus siglas en inglés).
“Estamos viendo un repunte significativo en los inversionistas globales –que están fuera de Latinoamérica– respaldando startups en la región”, señala a EL UNIVERSAL vía electrónica Caitlin Mitchell, directora de comunicación de esta asociación.
Veinticinco inversionistas globales apostaron por primera vez en empresas latinoamericanas sólo en 2017 y el número total de hombres de negocios globales en la región se ha más que duplicado desde 2013, para pasar de 36 en 2013 a 80 en 2017, de acuerdo también con LAVCA.
Y la inversión hecha a Konfío refleja las estadísticas: El sector que más suscita interés entre los inversionistas extranjeros que desean invertir en América Latina, es el fintech. Por ejemplo, en 2016, las startups de esta región levantaron 500 millones de dólares en capital de riesgo. La mayoría de ese dinero fue invertido en tecnologías de la información, y dentro de este sector, la industria fintech capturó un total de 55% de esos dólares.
“Este sector ha construido mucha presencia en el ecosistema emprendedor e inversión desde hace alrededor de tres años, lo cual significa que el ecosistema sigue creciendo, generando iniciativas y proyectos más sofisticados que buscan cubrir esa brecha entre el sistema financiero tradicional y los consumidores, y que en términos de inversión, fintech sigue siendo dentro del sector de tecnología, el que tiene mayor inversión”, explica Eduardo Morelos director de Startupbootcamp FinTech.
Una de las preguntas que aún está en el aire es si todas estas empresas que han nacido en esta industria de manera reciente van a sobrevivir en el tiempo.
“Este tipo de procesos toman tiempo pero hay ejemplos de países (China es un caso) que empezaron antes que nosotros y en donde hoy las empresas de tecnología financiera están superando y les han robado mercado a las instituciones bancarias y yo veo eso en México en una escala mayor”, explica Castro.
En México, existen muchas condiciones laborales para que esta industria se desarrolle: El sector bancario es muy tradicional y da un gran espacio para innovar y el mercado es muy grande, no sólo por el número de habitantes del país sino por esa gran proporción que no está bancarizada. Además, el diálogo entre autoridades y empresas que generó la aprobación de la ley que regula las actividades de esta industria también abonó a la visibilidad y crecimiento del sector.
Si bien esta es una historia a mediano plazo —las startups necesitan al menos cinco años para demostrar su potencial— es una historia que no se puede construir sin inversión. Lo cual, en México, es cada vez una realidad que late mucho más fuerte.
Así, la historia de Konfío es una en donde los inversionistas que creyeron desde el inicio, como Quona Capital, Jaguar Ventures, la Corporación Financiera Internacional (brazo inversor del Banco Mundial), KaSZeK Ventures –el fondo creado por Hernán Kazah, uno de los fundadores de Mercado Libre– y QED Investors, prácticamente les han dado seguimiento durante toda su historia de vida y le han ayudado a fortalecerse. Este seguimiento renueva una relación que se vuelve clave para las startups y que les ayuda a enriquecerse con experiencias de sus mentores. Esta inversión estuvo liderada por Vostok Emerging Finance (Vostok EF), un fondo sueco que despertó su interés en startups latinoamericanas a partir del acercamiento con Konfío. Como reflejo, su historial de inversiones ha sido también meteórico, ya que a partir de 2016 recibieron las inversión en la Serie A, y el resto fueron recibidas en años consecutivos.
La expectativa a futuro es que esta industria siga en crecimiento y que se convierta en un motor, aunque sea pequeño, que ayude a paliar la desigualdad en el país.