Pedirle prestado al banco no es cosa fácil. Es un tema que ha sido objeto de congresos y discusiones entre especialistas, porque la realidad es que los bancos, no sólo en México, sino en América Latina, no han sido buenos aliados para las Pymes a la hora de prestarles dinero. Ni tienen productos adecuados a ellos y a las que verdaderamente lo necesitan, no les prestan dinero porque estas instituciones son bastante adversas al riesgo.
Aun así, los créditos bancarios —junto con los proveedores— son la principal fuente de financiamiento para las empresas pequeñas y medianas de México. Según el reporte Evolución del Financiamiento a las empresas durante el trimestre octubre-diciembre de 2017, realizado por el Banco de México, 35.5% utilizó crédito de la banca comercial y 73.5% usó el que le dan sus proveedores. Con respecto al trimestre pasado, fueron más empresas las que solicitaron un crédito bancario por poco más de un punto porcentual. Digamos que la que tienen las pymes y los bancos es una relación tormentosa.
¿Cuáles son las empresas que más usan este tipo de financiamiento? Probablemente las que no lo necesitan de manera tan vital: Las más grandes —de más de 100 empleados—, mientras que las pequeñas y las medianas le siguen pidiendo prestado a sus amigos y familiares. El 48.6% de estas organizaciones grandes lo hace, mientras que sólo 33.3% de las pymes de menos de 100 empleados lo usa.
“Los bancos en México son muy adversos al riesgo y le prestan dinero a las empresas que no necesitan dinero. Necesitas estar con una posición financiera sana y con ingresos sanos. Entonces, cuando una Pyme necesita capital de trabajo para algún pedido grande, no le van a prestar y este financiamiento no va a poder funcionar como una palanca para que la pyme pueda salir del hoyo, aprovecharlo y pueda regresar dinero”, explica Horacio Rocha, integrante de la Comisión Sector Empresarial del Colegio de Contadores Públicos de México.
Por desgracia, la poca competencia entre los bancos y su alta rentabilidad hace que estas instituciones financieras se esfuercen poco por ofrecer mejores condiciones, lo que a su vez se refleja en las condiciones poco favorables que ofrecen a la hora de hablar de créditos de empresas. Esta situación, a su vez, hace que muchas veces las empresas tengan que aceptar condiciones muy poco favorables a la hora de hablar de créditos bancarios.
¿Ya lo pensaste bien?
Todo esto para decirte que conseguir un crédito de este tipo no es nada sencillo, además de que necesitas hacer un análisis para ver si es lo que realmente necesita para tu negocio. Así que antes de tocarle la puerta al banco, es importante identificar si un préstamo bancario es la opción que tu empresa necesita.
Sin embargo, parece que los empresarios no le buscan mucho. Según una encuesta realizada por ComparaGuru.com para El UNIVERSAL, 34.5% de los empresarios que pidieron un crédito tomaron unode banco porque fue su primera opción. ¿Crédito a largo plazo? ¿Capital de inversionistas? ¿Crédito de corto plazo (o de capital de trabajo)? Pareciera que no lo pensaron mucho ni hicieron comparación alguna.
Primero es necesario aclarar algo: un préstamo tendría que ser productivo. Es decir, tiene que generar o más ventas o más ahorros, para que valgan la pena los intereses que vas a pagar por ello, porque es importante decir que gran parte de las veces es dinero caro.
Por desgracia, en México el dinero que piden prestado las empresas no suele ser usado para estos fines, sino que más bien para financiar el día a día de la misma; es decir, se usa para pagar sueldos, materias primas o, en general, para cualquier cosa que se necesite para operar.
No es lo más recomendable porque al menos deberías tener la liquidez necesaria para cubrir los gastos fijos, pero es una realidad a la que millones de empresas se enfrentan.
Así, los créditos de capital de trabajo son hoy un instrumento utilizado para paliar su necesidad de recursos a corto plazo.
No es que en sí sean malos, sino que cuando la empresa se estanca y el crédito resulta ser el salvavidas que no se traduce en crecimiento, algo está fallando.
Con precaución, así va
Recuerda: un crédito tiene que generarte o un mayor ahorro o mayores ganancias, porque esto va a permitirte pagarlo y seguir creciendo. Piénsalo dos veces si va a ser solamente un salvavidas para seguir operando el día a día.
Contraer una obligación de este tipo requiere mucha reflexión y debería ser un proceso muy planeado, en el que incluso tienes que sentarte con lápiz y papel a hacer proyecciones para definir si tus ventas generarán los suficiente para pagarlo a tiempo.
“Analiza el panorama de tu negocio y decide si es muy necesario un préstamo para capital de trabajo. Si no es tan necesario, lo peor es que no lo pidas”, recomienda Konfío, startup dedicada a dar este tipo de préstamos.
Haz una búsqueda exhaustiva de las opciones que hay en el mercado, no sólo de créditos bancarios, sino de todos las opciones de financiamiento que te puedan ayudar a paliar tus necesidades de recursos. Existen empresas como Konfío o Creze que aprovechan la tecnología para hacer un análisis crediticio muchas veces más efectivo que el que hacen los bancos y que se dedican a dar financiamientos a pymes en línea. Busca y compara.
Más de 60% de los encuestados por ComparaGuru.com escogieron un préstamo bancario porque tenía urgencia o no había otras opciones; sin embargo, poco más de 77% piensa que los intereses son muy altos; es decir, que los empresarios tomaron un préstamo por urgencia, pero piensan que están pagando mucho por el dinero que les prestaron.
Estas instituciones se fijan en la antigüedad que tengas, en tus ingresos y en una lista de requisitos que muchas veces resultan imposibles de cumplir para las empresas más pequeñas; sin embargo, si ya llevas varios años en el mercado y llevas tu chequera o algún producto para tu pyme con alguna institución financiera, este proceso puede resultar un poco más sencillo.
Incluso a la hora de solicitar el crédito, puedes hacerlo con varias instituciones a la vez porque esto te da más opciones, recomienda el especialista. Recuerda que esto es una negociación. “La gente cree que no se puede negociar y por su ignorancia no se atreve a hacerlo, pero sí se puede. El ejecutivo normalmente no va a tener facultades para hacerlo, pero el sí tiene la obligación de transmitir a algún comité de crédito la solicitud que le está haciendo el cliente”, explica el especialista.
Quizá puedas negociar pasar la nómina de tu empresa a esa institución —aunque sea de 10 personas— a cambio de una mejora en las condiciones del préstamo. “Es un ganar-ganar, ya que el banco recibe más clientes para otro tipo de servicios, que son los empleados, y la empresa se hace de recursos”, asegura Horacio.
Recuerda que debes tener todo en regla. Un banco le va a prestar a alguien que considere confiable y para que tú como empresario lo seas, necesitas tener todo en orden. Es de hecho uno de los problemas que no permiten crecer a las empresas mexicanas. La informalidad hace que se les cierren las puertas al financiamiento. “Es más barato deberle al banco que deberle al gobierno los impuestos. Es importante tener la contabilidad y los impuestos al día, todo esto para presentar una solicitud de crédito que tenga más posibilidades de ser aceptada”, recomienda el contador.
Otra recomendación: si tienes un bien inmueble, puedes aprovecharlo. Es posible usar algunos activos para solicitar un financiamiento, ya que el activo puede ayudar a conseguir más fácilmente el financiamiento. Sólo ojo, recuerda que es muy importante pagar a tiempo porque justo ese activo es para eso: para asegurarle a la institución que vas a pagar, de lo contrario, pueden hacer uso de este como garantía.