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Con el argumento gubernamental de que ProMéxico no debe existir porque 87% del comercio nacional se hace con un sólo país, comenzó la extinción del organismo, lo que el sector privado y exfuncionarios consideran un gran error, porque los embajadores no cuentan con los recursos suficientes para realizar la tarea de promoción del país.
La decisión implica despedir a todos los trabajadores de ese organismo, algo que se inició y, hasta ahora, dejó fuera a más de 450 personas, algunas de las cuales comenzaron un proceso legal contra el gobierno porque no se les liquidó a pesar de que contaban con un contrato indefinido e incluso cuando la instrucción de la autoridad hacendaria fue respetar los derechos laborales.
Ahora, la tarea de promoción la realizarán los embajadores y los cónsules, quienes accederán a información que les proporcionará la recién creada Unidad de Inteligencia Económica Global, que les brindará una Plataforma Digital que incluirá un atlas de complejidad económica para cada estado.
Sin embargo, el embajador Andrés Rozental, quien comenzó una larga carrera diplomática desde 1966 y presidente fundador del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), afirma que las embajadas “no tienen los recursos ni financieros ni humanos para hacer la promoción que realizaba ProMéxico o el Consejo de Promoción Turística”, y si la idea es ahorrar dinero, tampoco les darán.
Aunque considera que cada gobierno puede organizarse como lo quiera, expone que es una pena que se termine con ProMéxico al igual que con el Consejo de Promoción Turística, porque “las dos entidades daban la cara para la inversión, el comercio y el turismo”.
Si las embajadas no cuentan con recursos para hacer esa labor “no sé cómo piensan reforzar al servicio exterior para hacer estas tareas, porque de por sí con las tareas que tienen de protección en Estados Unidos, de los ciudadanos connacionales mexicanos, y de la relación política con países donde están acreditados las embajadas como están ahorita estructuradas es difícil pensar que puedan desempeñar otras funciones”.
El responsable de los asuntos comerciales de la embajada de México en Estados Unidos durante la negociación del tratado comercial entre esos dos países y Canadá, Luis de la Calle, dice que hacer que las embajadas se dediquen a esa labor “requiere un cambio de enfoque de parte de los embajadores a lo que no están acostumbrados, porque no se han dedicado a eso”.
Considera que “es un error tratar de ahorrar recursos en una actividad de promoción del país. Cuando necesitas invertir más y mostrar a un México competitivo, estable y con potencial”.
Sin embargo, en la tercera semana de enero, en una reunión con empresarios, el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, dijo: “Debemos ser pragmáticos, el comercio con México y el resto del mundo, 87% es con Estados Unidos. ProMéxico, ¿para qué? en mi opinión”. Las embajadas se van a volver las promotoras del país.
No obstante, el también exsubsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales de la Secretaría de Economía dice que es importante la labor de promoción porque “el mundo está enfrentando un contexto muy complejo en el que se requiere reforzar los esfuerzos para la atracción de inversiones por la incertidumbre internacional”.
De la Calle comenta que la promoción es importantísima porque “los inversionistas no vienen al país por generación espontánea, sino que es el resultado de la confianza que se genera con las relaciones humanas y el conocimiento”.
Por su parte, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, coincide en que “la promoción económica mexicana no puede parar, además de que tenemos grandes características logísticas y recursos naturales, necesitamos conectarnos al mundo y promover los productos nacionales en el mundo, eso significa competitividad y conectividad”.
El líder empresarial destaca que “ProMéxico fue un brazo muy importante para el país en los últimos años, esperamos que la Secretaría de Relaciones Exteriores cumpla en el mismo sentido que lo hizo ese organismo”.
Racionalizar gastos
El presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), Vicente Yáñez, manifiesta que si bien ProMéxico tenía una estructura muy grande y con espacios para racionalizar el gasto, siempre se puede aprovechar lo que se tiene.
En clara referencia a los comentarios de Alfonso Romo sobre que 87% de las exportaciones mexicanas van a Estados Unidos, Vicente Yáñez y el presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), José Manuel López Campos, coinciden en que al haber una dependencia a un sólo país es necesario diversificarse.
“El Estado no puede renunciar a la función de promoción y por más que tengamos dependencia de un mercado, hay que buscar otros, nos conviene. Hasta es estratégicamente sano buscar diversificarte”, explica Yáñez.
López Campos expone que aunque la mayor parte del intercambio comercial sea con Estados Unidos, no se puede perder de vista que para tener una mayor fortaleza económica se deben diversificar los mercados.
Ante la decisión tomada de que ProMéxico desaparece comenta: “Independientemente de cómo se llame y cuál sea la figura que se le pueda dar en esta administración la propuesta de promoción de México como país y la apertura que puede ayudar a las medianas empresas en la exportación e inversión, se necesita que no se pierda”.
Despidos y demandas
De las 537 personas que tuvo ProMéxico hasta el 1 de diciembre pasado en oficinas centrales, nacionales y en las 48 del extranjero, se dieron de baja a 452 el 31 de diciembre.
Ángel fue uno de los afectados por la decisión, quien afirma a EL UNIVERSAL que una gran cantidad de trabajadores presentará su demanda, porque “tenemos derechos a liquidación”, porque a más de 300 personas se les contrató por tiempo indefinido y a través del fideicomiso de ProMéxico se dio la afiliación al Seguro Social.
Agrega que sin hacerles una notificación por escrito desde enero se les negó el acceso a ProMéxico, organismo que a pesar de que se liquidará, se le asignó un presupuesto de mil 34 millones de pesos para 2019.
Ángel dice que el encargado de despacho Faustino Cruz Hernández no les dio solución, ni ninguno de los interlocutores con los que han hablado. “Entendemos que se va a disolver, que es una decisión, pero no se tiene un procedimiento legal”.
Añade que “si ProMéxico tiene su origen en un decreto presidencial, tiene que haber otro de disolución”.
Ángel comenta que a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo “que era un pecado social retener salarios, aquí nos retienen derechos laborales, lo que corresponde por ley, la liquidación”, contrario a lo que se hizo en el Consejo de Promoción Turística, en el cual están repatriando empleados y dando liquidación.
Nueva estrategia
Si bien los empresarios aseguran que solamente hay generalidades de la nueva política de promoción, durante la reunión de embajadores y cónsules en enero pasado, la titular de la Secretaría de Economía, Graciela Márquez Colín, dijo que a los embajadores se les brindará información precisa.
La premisa es que sepan qué tipo de inversión se busca, qué ferias internacionales interesan, qué es lo que están buscando los hombres de negocios nacionales como complementariedad a su propia inversión.
Para lograr atraer más inversión que genera bienestar y crecimiento económico al país, el asesor de la Secretaría de Economía, Sergio Silva, explicó a los embajadores y los cónsules que se creará una Unidad de Inteligencia Económica Global.
Se trabajará conjuntamente con la Secretaría de Relaciones Exteriores de manera que esta dependencia dará apoyos a misiones comerciales y hará el contacto con potenciales importadores de productos mexicanos y será la Secretaría de Economía la que ayudará al aterrizaje de los proyectos.
Además de que se creará una Plataforma Digital que incluirá un atlas de complejidad económica para cada estado, en el cual se explicarán a detalle las características de las entidades y localidades.