La instalación de electrolineras se estancó desde la pandemia, a pesar de las mayores ventas de autos con tecnologías limpias y sectores sociales interesados en que el gobierno impulse su desarrollo.
La asociación de la Industria Nacional de Autopartes (INA) y el Instituto Mexicano del Transporte (IMT) indican que hay mil 189 electrolineras en el país.
Las estaciones de carga de autos eléctricos cuentan con 2 mil 89 cargadores, una cifra similar a 2020, cuando había 2 mil 100 unidades.
Estas instituciones toman de referencia una base de datos denominada Registro Nacional de Electrolineras (Renael).
Actores del sector de electromovilidad y de las estaciones de servicio coinciden en que el desarrollo de infraestructura avanza lento por la falta de voluntad del gobierno federal en la transición de energías limpias, pero también a las características del negocio.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Armando Cortés, director general de la INA, expone que en los últimos meses diversas empresas han realizado anuncios de inversión orientados a la instalación de electrolineras en determinados puntos estratégicos tanto urbanos como en tramos carreteros.
Sin embargo, el desarrollo de esta infraestructura, al igual que en otros países, requiere una combinación de incentivos y políticas para fomentar la adopción de estos vehículos y la expansión de la infraestructura de carga.
“Hace algunos años, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) implementó el Proyecto para la Promoción de la Movilidad Eléctrica por medio de la inversión en infraestructura de recarga en colaboración con importantes actores del sector privado. Este tipo de programas podría ser acompañado de incentivos fiscales o préstamos a bajo interés, dirigidos a empresas que inviertan en la instalación de estaciones de carga.
“También es muy importante considerar que el diseño de regulaciones y estándares técnicos jugará un papel clave para promover la instalación y operación de estaciones de carga, garantizando la seguridad de sus usuarios y operadores”, comenta el ejecutivo.
Ventas meten el acelerador
Las ventas de autos con tecnologías limpias ganan cada vez más participación en el mercado mexicano.
De enero a agosto pasado, el Inegi tiene registro de que se comercializaron 42 mil 510 unidades con tecnologías verdes, como son los híbridos, los vehículos totalmente eléctricos o los híbridos enchufables.
Lo anterior representa un aumento de 37% contra el mismo periodo de 2022 y también se trata de la mayor cifra en la historia para un periodo similar.
Fuentes de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) indican que para las electrolineras no hay una Norma Oficial Mexicana (NOM) sobre cómo elaborar una estación de este tipo.
Explican que en la actualidad el negocio no es muy atractivo debido a su naturaleza, pues cada vez los coches eléctricos tienen mayor autonomía, es decir, recorren más kilómetros con una menor carga.
“No va a ser un negocio próspero en ciudades porque las personas están optando a cargar en sus casas por las noches y en contraparte hay restaurantes, hoteles, estacionamientos y tiendas de autoservicio que están instalando cargadores. Donde sí vemos que pueda ser negocio es en los corredores carreteros, donde los vehículos requieren recargar energía.
“En el caso de las gasolinerías, hemos pasado a convertirnos en estaciones de servicio, pero vemos hacia el futuro y seremos múltiples, pues habrá que migrar donde habrá gas natural, gas LP, gasolinas, diesel, hidrógenos y electricidad, pero aún no vemos que esto se pueda detonar en el corto plazo, por lo que la combustión interna va a estar presente por muchos lustros más”, apuntan.
En la actualidad, de acuerdo con los información del Inegi, la comercialización de autos eléctricos, híbridos conectables e híbridos, representan 5% de las ventas totales de vehículos nuevos.
Según la publicación del anteproyecto de Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica, el gobierno federal prevé que para 2030 la mitad de los coches nuevos vendidos sean eléctricos.
Pero estas proyecciones fueron criticadas por representantes del sector que esgrimieron que no se ofrecieron argumentos de valor para alcanzar esa participación en México, ya que no se establece un programa o política pública que incentive la compra de autos y el desarrollo de infraestructura de carga, esta última como un factor de seguridad para los usuarios, sobre todo al momento de hacer recorridos de más de 200 kilómetros.
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Peticiones técnicas
En la actualidad hay empresas que ya desarrollan el negocio de cargadores aprovechando los vacíos generados por la falta de infraestructura pública y las cualidades del mercado.
Daniel López, director comercial de Evergo, una empresa que ha instalado más de 25 mil cargadores residenciales y posee más de 80% del mercado, indica que cada vez más personas están interesadas en este servicio, pero deben enfrentarse con la realidad de que necesitan instalaciones especiales.
Explica que, a raíz de un acuerdo entre la CFE y la Secretaría de Energía, se permite a usuarios de autos eléctricos instalar un servicio adicional de suministro de energía que permite a los propietarios alimentar sus unidades sin que sus recibos se disparen por la dinámica de las tarifas de la comisión.
“Es importante que el suministro sea el correcto, no es cualquier cosa que se pueda instalar y por eso llegamos para dar esa garantía al cliente, pero también hemos visto que el mercado de cargadores públicos está detenido porque se está renovando. Muchos de los cargadores ya son obsoletos.
“Hemos visto en los últimos meses que gobiernos estatales están instalando cargadores, pero son como si fueran de uso doméstico, que tardan mucho tiempo en cargar y tenemos el reto de que hay diferentes marcas y tipos, domésticos en públicos, de velocidades rápidas, así como sucede con la gasolina debemos apuntar a una universalidad en beneficio de los usuarios y este esfuerzo de transición”, añade López.
Flotas para Uber
VEMO, una empresa que opera desde hace más de dos años una flota de unidades eléctricas en la plataforma Uber, abrió recientemente una electrolinera multipropósito, en busca de optimizar el uso de los cargadores públicos.
Este negocio consiste en ofrecer los cargadores a sus unidades en operación a sus clientes corporativos y al público en general, desarrollando instalaciones de recreación o de negocios para la espera.
“Esto da como beneficio que los cargadores sean más utilizados, pero se necesita en México un camino más sencillo para incentivar este negocio, como la deducibilidad a 100% de la inversión de los coches y una depreciación acelerada para la infraestructura de carga.
“Hace tres años había pocos vehículos eléctricos y a precios altos, pero hoy en día esto ha cambiado, ya hay a precios más bajos una oferta robusta que creció con la llegada de autos chinos y también de estadounidenses y europeos. Entramos a este tema por el calentamiento global y son importantes todos los esfuerzos para reducir la contaminación al mismo tiempo”, apunta Roberto Rocha, director general de VEMO.