La industria de energía eléctrica representa apenas 3.6% de toda la inversión física presupuestaria que se llevó a cabo en este gobierno, según cifras de la Secretaría de Hacienda.
Se trata del porcentaje más bajo en un sexenio desde que hay información comparable, a partir de la gestión del expresidente Ernesto Zedillo.
En la administración pasada la inversión eléctrica representó 4.3% de la inversión pública total, indican los datos oficiales.
Los recursos presupuestales en el sector se encuentran frente a la transición energética hacia fuentes renovables y las necesidades de generación cada vez mayores ante el crecimiento económico, la inversión internacional por el comercio exterior y los requerimientos del sector privado.
“Esta transición energética requiere de garantías jurídicas y regulatorias que sean capaces de promover un ambiente propicio para la inversión y el desarrollo del sector. Nuestro conocimiento del sector de las energías renovables, junto con nuestro compromiso con la innovación y la sostenibilidad, asegura que los proyectos se desarrollen de manera responsable y en armonía con el entorno.
“En última instancia, la participación de Sarens y empresas similares no sólo impulsa el crecimiento económico y la creación de empleo en México, sino que también juega un papel crucial en la transición energética y en la consecución de los objetivos sostenibles del país”, dijo José Aceves, director para México de la empresa Sarens.
La demanda de energía se aceleró en los últimos años por el incremento de temperaturas, que requiere el encendido de más ventiladores y aires acondicionados, así como por el retraso en generación al carecer de las inversiones necesarias, aunado a un estancamiento en recursos erogados en transmisión, que ha dejado al sistema en condiciones similares a 2018.
México se ha convertido en una mayor plataforma industrial automotriz, de electrodomésticos y otras manufacturas que se agregaron recientemente. El gobierno reconoce que se están dando más anuncios de inversión como producto del nearshoring.
En épocas de calor, el Sistema Eléctrico Nacional se ha visto rebasado y el Centro Nacional del Control de Energía (Cenace) ha tenido que programar apagones en diversas regiones para evitar que el sistema se dañe de forma estructural y los efectos resulten más costosos.
Esta situación se observó en junio de 2023 y en mayo de este año con los apagones, y ahora el Cenace ha reservado las alertas operativas argumentando problemas de seguridad nacional.