La moneda mexicana va a romper en 2024 la racha positiva ante el dólar, coinciden bancos, casas de bolsa y la Secretaría de Hacienda.
El superpeso lleva dos años seguidos apareciendo entre las divisas más ganadoras y ayer se apreció 0.3% para culminar en 16.92 unidades por dólar, su nivel más fuerte desde finales de agosto pasado, aunque el 28 de julio llegó a ubicarse en 16.62 y fue su mejor registro desde 2015, indican las operaciones al mayoreo que informa Bloomberg.
CitiBanamex llevó a cabo una encuesta entre 33 bancos, casas de bolsa y grupos de análisis del sector privado nacional y extranjero. Todos coincidieron en que la moneda se va a debilitar el año que entra, cuando se celebren elecciones presidenciales en México y Estados Unidos.
El mayor optimismo proviene de Vector Casa de Bolsa, propiedad del exjefe de la extinta Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, cuya previsión indica que el peso terminará 2024 en 17.40 unidades, lo que significa una depreciación de 2.8% frente al cierre de ayer.
En el otro extremo, como la institución más pesimista, aparece Masari Casa de Bolsa, con un pronóstico de 19.70 y equivale a una pérdida de 16.4%.
Sin embargo, el público ve con recelo a los llamados oráculos financieros, pues todos fallaron en 2022 y 2023, cuando también esperaban una depreciación del tipo de cambio, una de las variables más difíciles de predecir.
No sólo las corredurías extraviaron su bola de cristal, sino también la Secretaría de Hacienda, que estimaba una paridad de 20.60 unidades en la fecha actual, según los Criterios Generales de Política Económica 2023, cuyo contenido sirve de base en la elaboración de la Ley de Ingresos.
En septiembre pasado, la dependencia presentó el documento que incluye los criterios generales del próximo año, en el que proyecta que el superpeso se debilitará a 17.60 al cierre de 2024.
La expectativa del gobierno es que la moneda nacional continúe cediendo terreno durante el siguiente sexenio. En concreto, estima una paridad de 17.9 unidades en 2025, 18.1 en 2026, 18.2 en 2027, 18.4 en 2028 y 18.6 en 2029.
La secretaría que encabeza Rogelio Ramírez de la O explica que una fortaleza del tipo de cambio mayor a lo programado tiene saldo negativo para las finanzas públicas, pues “una apreciación del peso frente al dólar reduce los ingresos petroleros, debido a que una proporción elevada de los mismos está asociada a las exportaciones de crudo”.
El peso se ha fortalecido gracias a la confianza de los inversionistas por las finanzas públicas sanas, las mayores tasas de interés del Banco de México (Banxico), las exportaciones de mercancías, las remesas familiares, los ingresos por turismo internacional, el nivel histórico de las reservas internacionales, así como la línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En 2023 se sumaron los flujos de capital extranjero por la relocalización de cadenas productivas, fenómeno conocido como nearshoring, opinaron analistas de Citi, el grupo estadounidense que maneja CitiBanamex.