A partir de este año, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) pondrá la lupa sobre los contribuyentes que hayan contratado un plan personal para el retiro y de ahorro voluntario, así como también en las instituciones que administren dichos recursos.
El objetivo es tener un mayor control de los ahorradores que hacen estas deducciones personales en sus declaraciones anuales de impuestos.
Se trata de las cuentas o canales de inversión que tengan como fin recibir y administrar recursos exclusivamente para ser usados cuando el titular llegue a los 65 años o en los casos de incapacidad.
Es decir, cuentas individualizadas administradas por aseguradoras, bancos, casas de bolsa, administradoras de fondos para el retiro (Afore) y operadoras de fondos de inversión acreditadas para operar en México, pero que previamente obtengan autorización del SAT.
Para ello, por primera vez desde la creación del Sistema de Ahorro para el Retiro, las instituciones financieras que operan dichos planes tendrán que registrarse ante el fisco para dichos fines.
Actualmente hay algunas empresas que tienen registrados sus planes de pensiones privados ante la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), pero no todas están obligadas.
De acuerdo con información del órgano recaudador de impuestos, ya lo hicieron 47 instituciones en el primer listado que se publicó.
Aparecen la casa de bolsa CitiBanamex, Actinver, las Afore Sura, XXI Banorte y Profuturo; aseguradoras como Allianz, Axa, GNP, Inbursa y Monterrey New York Life, entre otras, y fondos de inversión como Intercam, GBM, Fondika y BNP Paribas. También bancos como Actinver, Invex, Santander, Banorte e Inbursa.
Hay otro listado de 25 instituciones con registro para administrar estímulos fiscales de cuentas personales del ahorro. Todas aparecen con nombre de la razón social y su Registro Federal de Contribuyentes (RFC).
El contador público certificado y especialista en temas fiscales y de seguridad social, Rolando Silva, dijo que estas instituciones estarán autorizadas por el SAT para emitir comprobantes fiscales digitales por internet (CFDI) para que puedan ser deducibles de impuestos para aquellos que tienen contratados esos planes personales de retiro.