La situación actual permite prever que el próximo gobierno recibirá unas finanzas públicas con riesgo de insostenibilidad, déficit fiscal, sin margen de maniobra e ingresos frágiles, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Además, tendrá fuertes compromisos y necesidades de gasto en salud, educación, seguridad, pensiones e infraestructura.
Es probable que “los presupuestos de 2025 en adelante tengan un respiro al acabarse la inversión física en las obras icónicas de esta administración, en particular en la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya”, sin embargo, “no será un respiro presupuestario”, porque habrá que subsidiar las pérdidas económicas de esos dos proyectos, además del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
No se sostiene lo que dice el gobierno de que el déficit público será transitorio, porque los gastos se compensan con un menor desembolso en otros rubros.
“Al gobierno siguiente le será difícil reducir el déficit de las finanzas públicas y detener el incremento de la deuda pública que, por cierto, será 59% mayor en esta administración según el programa oficial”, expusieron los economistas del CEESP.