En reconocemos que el mayor impacto que podemos tener en la sociedad es reducir el daño asociado con el consumo del cigarro . Luego de más de una década de investigación e inversión sin precedentes en tecnología, estamos listos para iniciar la transición definitiva de nuestro portafolio y reemplazar los cigarros por mejores productos para los fumadores adultos. Para empezar este camino, hemos creado un dispositivo exclusivo para fumadores adultos que calienta tabaco y evita la combustión del cigarro . Esto significa que el humo se elimina y la exposición a los componentes tóxicos se reduce significativamente.

Lamentablemente, un pequeño grupo de legisladores en la Cámara de Diputados quiere PROHIBIR –de tajo, sin discusión y sin argumentos– todas las alternativas al cigarro, incluyendo los dispositivos que calientan el tabaco. Lo decimos con todas sus letras: este grupo no quiere que los fumadores mexicanos tengan acceso a mejores alternativas que el cigarro.

Por ello es necesario desmitificar cinco de los “argumentos” que utilizan para prohibir las alternativas al cigarro, para que tengamos, de una vez por todas, la información necesaria sobre este tema.

MITO 1:

La industria tabacalera promueve las alternativas al cigarro porque quiere que más gente fume.

REALIDAD: Al contrario, la industria ha creado estas alternativas porque la tecnología y la innovación nos permiten ofrecer nuevos y mejores productos a los fumadores adultos. En Philip Morris México coincidimos con que dejar el cigarrillo es una de las decisiones más importantes para la salud. Por eso decimos que, quien no fuma, nunca debe empezar y quien ya fuma, debe abandonarlo. Para quienes no quieren dejar de fumar, debe haber información y opciones sobre las alternativas que reducen el daño.

MITO 2:

No hay evidencia científica independiente que respalde que las alternativas de consumo de tabaco y nicotina son menos nocivas que el cigarro.

REALIDAD:

Cada vez existe más y más evidencia científica sólida, acreditada e independiente, que respalda las alternativas. Estudios rigurosos de la FDA de los Estados Unidos, el Instituto Japonés de Salud Pública, el Instituto de Salud Pública del Reino Unido, o el Instituto Federal de Alemania para la Evaluación del Riesgo, entre otras agencias, demuestran que los dispositivos que calientan el tabaco son una mejor alternativa que los cigarros convencionales. Con base en esta evidencia, en 64 países ya se permite su venta y consumo, en 60 ya existe regulación específica para su comercialización.

MITO 3:

La gente que usa productos alternativos de consumo de tabaco termina fumando más cigarros.

REALIDAD:

La evidencia demuestra exactamente lo contrario. Casi 18 millones de personas en el mundo usan nuestro producto de tabaco calentado. De ellas, cerca de 13 millones han dejado por completo el cigarro después de cambiar a nuestra alternativa sin humo. Japón es el ejemplo más claro de ello: desde 2015, año en que las alternativas de tabaco calentado llegaron al mercado, ha habido una disminución consistente de cerca del 17% en el número de cigarros consumidos.

MITO 4:

Muchos países han prohibido los dispositivos de consumo de tabaco y nicotina porque son malos.

REALIDAD:

Los países que han analizado a fondo y con evidencia científica las alternativas han concluido claramente que son mejores que el cigarro convencional. Un ejemplo notable es Nueva Zelanda --por cierto, el país que mejor ha manejado la actual crisis sanitaria en el mundo. Ahí, de inicio se decidió prohibir las alternativas al cigarro , pero estudios posteriores que fueron más a fondo concluyeron que las alternativas no sólo son menos dañinas que el cigarro, sino que pueden ser un instrumento útil para que en 2030 Nueva Zelanda sea un país completamente libre de humo.

Estados Unidos, Japón y el Reino Unido siguen el mismo camino: regulan las alternativas en vez de prohibirlas.

MITO 5:

La gente en México quiere que se prohíban las alternativas de consumo de tabaco y nicotina.

REALIDAD:

Los datos demuestran lo contrario. La encuestadora global Povaddo , por ejemplo, ha encontrado que ocho de cada 10 mexicanos piensan que es necesario que los fumadores adultos tengan acceso a toda la información sobre alternativas libres de humo. También ocho de cada 10 mexicanos están convencidos de que la industria del tabaco y el gobierno deben trabajar de la mano para asegurar que esta información llegue a los fumadores. Asimismo, nueve de cada 10 fumadores considerarían transitar del cigarro a una alternativa sin humo, siempre y cuando se les expliquen los beneficios de manera clara.

El presidente López Obrador ha insistido en que en su gobierno está “prohibido prohibir”. Escuchémoslo: la política pública debe orientarse siempre por la libertad del individuo, por la responsabilidad social y por la información para tomar las mejores decisiones posibles. Ésa es una visión que compartimos.

Coincidimos ampliamente en que la política pública respecto a los productos alternativos al cigarro debe contemplar una serie de regulaciones para proteger a los menores de edad y a los no fumadores. Pero, sobre todo, resulta indispensable que la regulación permita que los 15 millones de fumadores adultos en el país, así como sus seres queridos, tengan acceso a información objetiva sobre las alternativas al cigarro.

México puede incorporarse al grupo de países vanguardistas y dar un ejemplo al mundo: le puede decir adiós al humo, y darle la bienvenida a la información, la transparencia, y la posibilidad de elegir un mejor futuro.

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