Fans de telenovelas como ‘Atrévete a Soñar’ y ‘Una Familia con Suerte’ mueren por probar sus hamburguesas, pero pocos hablan de la labor de Violeta Isfel como empresaria, la cual le permite dar empleo e impulsar la economía en Tizayuca, Hidalgo, comunidad en la que sus habitantes han resentido el confinamiento por la pandemia de coronavirus.
Recordada por su papel de Antonella, la chica mala de ‘Atrévete a Soñar’, la adaptación mexicana de la telenovela ‘Patito Feo’, Isfel no pierde la oportunidad de mantenerse en contacto con sus fans, a los que llena de amor y agradecimiento a través de sus cuentas de redes sociales.
A través de estos medios de difusión, y la labor de periodistas de espectáculos que acompañan a las estrellas ante el difícil parón en la industria del entretenimiento, Violeta reveló que la puesta en pausa de sus proyectos no la derrotó y, por el contrario, la empoderó como una empresaria que ha cambiado la oferta gastronómica de Tizayuca, al sur de Hidalgo, comunidad en la que abundan los fraccionamientos y las personas que pasan apenas unas horas en casa porque destinan el resto del día a trabajar en la Ciudad de México.
Violeta no cree que Tizayuca quede muy lejos de la capital del país, y en entrevista con Economía Hoy narró que incluso ella suele trasladarse de un sitio al otro para cumplir con su trabajo y para asistir a entrevistas y a compromisos con sus seguidores.
Cuando Televisa se vio obligada a parar proyectos, Violeta grababa la segunda temporada de ‘Lorenza, Bebé a Bordo’ y participaba en el programa ‘Más Noche’ con Israel Jaitovich; su primer trabajo se suspendió hasta nuevo aviso, y en el segundo se dedicaron a sacar pendientes hasta donde las medidas sanitarias y el confinamiento sugerido por las autoridades lo permitieron.
En teatro, Violeta también vio truncadas las presentaciones de su obra ‘Scary Clown’ y los ensayos de dos proyectos más en los que estaba por participar; además, tuvo que cancelar ponencias y conferencias sobre el uso de redes sociales para comunicar.
La crisis no tumbó a la actriz, quien salió adelante gracias a su talento culinario y al apoyo de aliados entre los que se cuentan su esposo y su hijo, así como sus vecinos.
La historia del negocio de Violeta Isfel comenzó en la cocina de su casa, cuando preparó hamburguesas para cenar: “la cuarentena nos puso a todas las mamás en un tema bastante creativo hablando de gastronomía”.
Ese día, Violeta tenía mucho antojo de hamburguesas ‘de carrito’, “pero no quería ir al súper a comprar unas de esas que ya están hechas, no se me antojaban nada”.
La actriz decidió investigar recetas de hamburguesas, y pudo confirmar que éste es un platillo muy versátil, al que las personas pueden añadir los ingredientes que más disfrutan: “me quedaron muy buenas, se la enseñé a mi hijo, también la comió mi esposo”.
Omar, hijo de Violeta, quien también inicia una carrera en el medio a través de su canal de YouTube, fue el de la idea de venderlas.
La actriz accedió, pero confesó que en un principio la venta “fue una cosa como de salud emocional, mental, e incluso física” que permitió a la familia salir adelante y pagar los gastos y las cuentas.
Violeta dijo a Economía Hoy que, en lugar de estresarse por la crisis, se dedicó a pensar positivo y a decretar que “algo bueno nos va a pasar... al menos teníamos qué comer, dónde dormir, y teníamos salud, y estamos agradecidos”.
“Lo hicimos más como una terapia ocupacional donde nos sintiéramos productivos”, agregó la intérprete.
Violeta Isfel y su familia se dieron a la tarea de vender sus hamburguesas en la privada en la que viven; gente que no sabía que la actriz era la chef volvía a pedir, lo que animó a la estrella, puesto que era la calidad de su producto la que conquistaba a los clientes.
"Odio las hamburguesas, pero las tuyas me encantan", llegaron a decirle a la intérprete personas enamoradas de su preparación de carne.
Y así nació el slogan: ‘Isfel Burgers: el secreto está en la carne’.
El slogan del negocio se complementa con un logo diseñado por el dibujante Gabriel Claudón, amigo de Violeta, director de producción en el estudio Ithrax, y animador de 'Brijes', el primer filme mexicano en 3D.
Generadora de empleo
La popularidad de IsfelBurgers permitió a su creadora apoyar a las personas mediante la creación de empleo, y ser un impulso para la economía en Tizayuca.
Omar y Raúl, hijo y esposo de Violeta, fueron los primeros en participar activamente en el negocio, pero cuando los medios dieron difusión a la noticia, la popularidad creció como la espuma.
“La casa ya no era casa, era un negocio”, señaló Violeta. “Despertaba, hacía carne, había que entregar... despertaba, hacía carne, había que entregar...”.
Una de las primeras alianzas conseguidas por Isfel Burgers se dio con ‘EnPu-Tiza’, un servicio de entrega de alimentos que pone a disposición de sus clientes los alimentos que se preparan en los diferentes negocios de comida que hay en Tizayuca, una labor parecida a la realizada por Uber Eats en la capital del país.
“Los pedidos eran tantos que ya no nos dábamos abasto”, indicó la actriz, quien señaló que tan sólo a través de 'EnPu-tiza' tenía que entregar unos 30 pedidos al día (los cuales se componían, en su mayoría, de más de una hamburguesa).
Entonces llegó Pepe, un amigo que tiene un restaurante en Tizayuca: La Casa de Pepe’s.
Violeta se describió como fan de la sazón de este negocio de comida, cuyo dueño, abogado de profesión que encontró en la cocina una grata forma de sustento tras sufrir un accidente, y le ofreció un espacio para vender las hamburguesas en lo que se hacía de su propio local.
“Cuando llegamos aquí necesitamos más manos”, comentó la actriz, que ahora da empleo a unas 15 personas, entre las que se cuentan Julio, el parrillero que cocina las hamburguesas con precisión, su ahijada, que permite que los clientes también degusten papas y plátanos fritos, e incluso amigos de su hijo que ayudan a atender a los comensales y a hacer entregas.
“Está padre saber que tú también eres una fuente de empleo para tu comunidad”, expresó Violeta, quien presumió que sus colaboradores se encargan de que todo el que pruebe una Isfel Burger se lleve a la boca un alimento fresco y preparado con estrictas medidas de higiene.
“Todo lo que consumimos es local, voy con el de la carnicería, con el de la verdulería, con el de la cremería”, dio a conocer la artista. “Me llena de mucha emoción que estamos ayudando en la comunidad al generar una idea que está funcionando”.
Hay hamburguesas para rato
El número de hamburguesas que venda la familia de IsfelBurgers al día depende de la fecha, sobre todo si es quincena o no.
“Yo me mido por la carne”, relató Violeta a Economía Hoy, y recordó que un día se terminaron 220 piezas de hamburguesa; sin embargo, no es fácil calcular el número exacto, porque muchas de las que los clientes comen son dobles.
La empresaria confesó que ya hay planes para abrir su propio local, ya que en La Casa de Pepe's no caben.
Violeta quiere que en el próximo lugar que abra también se vendan postres y se brinde un ambiente familiar en el que las personas puedan reunirse una tarde para ver el futbol mientras los papás se toman una cerveza.
“Tenemos que trabajar y ahorrar mucho”, señaló la actriz.
En Televisa, las cosas poco a poco vuelven a la normalidad, y Violeta pudo concluir con la grabación de la segunda temporada de 'Lorenza, Bebé a Bordo', entre otros proyectos.
Violeta se dijo feliz, pues puede actuar y seguir con su negocio de comida: “se está compaginando bastante bien”.
En el local en el que vende sus hamburguesas, Violeta se da tiempo para atender a los medios gracias a la ayuda que le brinda su equipo, y ya traza la ruta que podría llevar sus productos a otros estados como Nuevo León, Veracruz y la Ciudad de México, cuidando que todos los comensales puedan vivir la experiencia de degustar una IsfelBurger elaborada con la participación de la artista.
“No hay acto más amoroso que cocinarle a alguien, es uno de los actos más lindos que hay, imprimirle tu amor a otro en lo que come”, señaló Violeta sobre la importancia de involucrarse en los procesos de su negocio, y comentó que espera a un club de fans que viajará a Tizayuca con el único propósito de probar las famosas hamburguesas, en grupos reducidos y con estrictas medidas de seguridad.
Anima a otros a emprender
Como empresaria, Violeta tiene un mensaje para todos aquellos que son buenos en algo, pero temen emprender y montar un negocio:
“Todos tenemos miedo, yo tuve mucho miedo; cuando Omar (su hijo) me dijo que vendiéramos las hamburguesas. A mí me motivó mucho, pero también me aterraba no hacer bien las cuentas, o que la dejara muy barata y resultara que no me alcanzara, pero hay que probar”.
Para la actriz, es primordial que quien realiza este tipo de actividades encuentre gusto en su labor: “Si no te hace feliz, no sigas, y si vas a empezar a verlo como un negocio desde el principio, olvídalo; vívelo como una experiencia, como una oportunidad de aprender algo nuevo”.
Es a raíz de lo anterior que Violeta recordó que promueve la búsqueda de oportunidades de descubrimiento mediante el hashtag #ColeccionandoExperiencias.
“Amo coleccionar experiencias y ésta es una de las experiencias más enriquecedoras y generosas que he tenido en mi vida, y como es de mis favoritas la seguiré viviendo”, reflexionó.
Todas las IsfelBurgers incluyen catsup, mayonesa, jalapeños, jitomate, lechuga y cebolla caramelizada, y su precio va de 35 a 50 pesos. El menú se complementa con papas a la francesa y plátanos fritos.
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