La Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo ( UNCTAD ) alertó de que la guerra entre Rusia y Ucrania pueda afectar al mundo entero, en términos económicos, precios de materias primas como granos, impactos en mercados financieros, disturbios, escasez y recesión.
En un reporte sobre las consecuencias comerciales que tendrá el mundo la UNCTAD afirmó que hay preocupación por la escasez que pueda darse de maíz, trigo, colza, cebada, semillas de girasol y su aceite, por los impactos que pueda haber en el transporte de mercancía y por lo tanto de crisis en el suministro de materias primas de las cadenas de producción, sobre todo para mover contenedores de China a Europa .
Con el inicio de la guerra, del 18 de febrero al 25 de febrero, los costos por mover contenedores vía el mar negro, canal de Suez y el mar báltico se incrementó de 10 mil dólares por día a 170 mil por día, eso puede significar aumento en los precios al consumidor de 1.5%.
Por otro lado están los impactos financieros, a las inversiones y a la transición a energías sustentables, pues se pueden esperar devaluaciones de tipos de cambio y aumento de las obligaciones por deuda externa , incremento de precios de gas y petróleo.
“La combinación de altos precios de alimentos y combustibles y el endurecimiento macroeconómico puede llevar a presiones fuertes en los hogares de países en desarrollo, los ingresos reales disminuirán y el crecimiento económico se limitará. Aún cuando no haya desorden en los movimientos de mercados financieros, las economías en desarrollo enfrentarán severas restricciones al crecimiento y desarrollo”, dijo la UNCTAD.
Todo lo anterior puede generar disturbios entre la población ante la caída del poder adquisitivo.
La UNCTAD afirmó que la Federación Rusa y Ucrania son jugadores globales en los mercados agropecuarios , pues juntos producen el 53% del comercio global de aceite de semilla de girasol y semillas, el 27% del trigo, el 14% del maíz, entre otros productos.
“Los efectos en los alimentos por esa crisis (guerra) son particularmente preocupantes. Algunos países son particularmente dependientes de agroalimentos provenientes de la Federación Rusa y Ucrania”, como lo son el trigo, maíz, cebada, semillas de girasol y su aceite.
Los países más dependientes son Turquía, China, Egipto, India, Países Bajos, España, Bangladesh, Indonesia, Paquistán, Alemania, Corea, Sudán, Italia, Vietnam, Moroco y Reino Unido.
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Un caso de particular preocupación es el trigo porque los países africanos, incluyendo los menos desarrollados dependen fuertemente de la proveeduría rusa como Namibia, Congo, Madagascar, Ruanda, Benin, Burundi, Cabo Verde, entre otros.
Del 2018 a 2020 las importaciones africanas de trigo ruso ascendieron a 3 mil 700 millones de dólares , el 32% del total de las compras que hizo al exterior ese continente. Otros mil 400 millones de dólares fueron importaciones de trigo ucraniano, equivalente al 12% del total de las importaciones de dicho grano.
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