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A pesar de la incertidumbre asociada a las elecciones del pasado 2 de junio en México y las elevadas tasas de interés, el mercado de deuda pública en México ha mostrado un buen dinamismo, aunque se pueden observar ciertas señales de desaceleración y volatilidad en algunos sectores.
Después de un crecimiento de más de 60% en 2023 en términos del monto colocado, de acuerdo con cifras de la Bolsa Mexicana de Valores, las emisiones de largo plazo mostraron una desaceleración durante los primeros cinco meses del 2024 con un crecimiento de 24% en el monto colocado y 15% de incremento el número de emisiones. Si bien este crecimiento parece importante, debemos resaltar que durante el mismo periodo del 2023, las emisiones de largo plazo crecieron casi 160% contra el mismo periodo del año anterior, mostrando una fuerte recuperación, beneficiándose de una baja base de comparación en los períodos post-Covid. Consideramos que en cierta medida, la desaceleración que hemos visto en el mercado este año se explica, desde nuestro punto de vista, por el menor apetito al riesgo por partes de los inversionistas institucionales ante los eventos políticos, no solo en México sino también el derivado de las elecciones de los Estados Unidos hacia finales del año y un ambiente económico en donde la inflación no muestra una tendencia clara y definida a la baja.
Otro factor que debemos considerar es el ambiente de aversión al riesgo por parte de los grandes inversionistas, lo cual ha repercutido en una concentración de recursos en emisoras de muy alta calidad crediticia y en emisiones de corto plazo. Estas últimas no solo aumentaron casi 130% durante los primeros 5 meses del año contra el mismo período del año anterior, sino que en este periodo representaron más del doble que lo que habían representado durante los últimos dos años en promedio. Esto en un período en el que las tasas para las emisiones de corto plazo alcanzaron una tasa de 11.6% durante mayo de 2024, lo que representa un incremento de casi el doble contra 6.1% de inicios del 2022. Esto, hasta cierto punto, es un reflejo del ambiente de incertidumbre y aversión al riesgo que existe en nuestro país, así como la expectativa global de una reducción material en las tasas de interés hacia adelante, lo que hace que las emisoras prefieran disminuir su exposición a deuda de largo plazo hasta que el mercado les permita fondearse a tasas más atractivas. Esperaríamos que en la medida que la incertidumbre política, tanto en México como en Estado Unidos, las emisiones de largo retomen una mejor dinámica, acompañada de un mayor interés por parte de los inversionistas institucionales.
En cuanto al comportamiento de las tasas, el costo del fondeo ha tenido una pequeña mejora durante el 2024 en el mercado público, pero el costo de fondeo se mantiene alto. Y más aún cuando consideramos que las emisiones de largo plazo se han mantenido concentradas en emisoras de muy alta calidad crediticia. Las colocaciones de largo plazo en mayo tuvieron un costo promedio de 11.0%, que ya muestra una mejora de prácticamente de dos puntos porcentuales contra septiembre de 2023. Sin embargo, todavía no hemos visto la emisión de deuda de empresas con calificaciones BBB durante el año (la última fue en diciembre de 2023). En la medida que los factores de riesgo se mantengan, lo cual es probable durante la segunda mitad del año, esperaríamos que el mercado se mantuviera muy selectivo en cuanto a la calidad crediticia del papel en la cual los inversionistas institucionales y sofisticados están dispuestos a invertir.
En cuanto a las tasas, esperamos una tendencia gradual a la baja en el mediano y largo plazo, en la medida que la inflación se logre mantener bajo control. Sin embargo, a corto plazo, las presiones inflacionarias podrían llevar a cierta volatilidad en las cifras de inflación y en las emisiones. En específico, en HR Ratings, recientemente revisamos nuestras estimaciones de inflación para 2024 a 4.15% de 4.05%, como resultado de los recientes reportes de inflación, los cuales continúan mostrando presión, sobre todo en frutas y legumbres, así como en algunos servicios. Esto quedó reflejado en la inflación anual de la primera quincena de junio que fue de 4.78%, ligeramente por encima de las expectativas del mercado.
En resumen, esperamos que el mercado de deuda continúe con una dinámica de crecimiento, aunque los montos colocados, tasas y número de emisiones, pueden continuar con volatilidad mes a mes, dependiendo de la calidad de las emisiones y la evolución de los riesgos políticos durante la segunda mitad del año. También esperamos que los emisores continúen enfocándose en emisiones de corto plazo, sobre todo durante los próximos meses, hasta que se tenga una mejor visibilidad en cuanto a las expectativas para la baja en tasas y cuando los inversionistas institucionales estén dispuestos a tomar emisiones con mejores rendimientos, pero un poco más de riesgo. Esto dará oportunidad a otro tipo de emisoras de hacer colocaciones públicas, que desde nuestro punto de vista será un punto clave para el desarrollo de nuestro mercado en el mediano plazo, permitiendo un incremento en los montos y número de empresas listadas.
* Director ejecutivo senior de Corporativos de HR Ratings.