La devoción por la serie "El juego del calamar" se extendió al mundo de las criptomonedas... y acabó siendo el "cebo" de una aparente estafa.
Desarrolladores de videojuegos crearon una versión online del programa -que cuenta la historia de un grupo de personas obligadas a competir en juegos infantiles mortales por dinero-, para el que se necesitaba una criptomoneda llamada "Squid" (calamar en inglés) para jugar.
"Y lo que es más importante, ¡no proporcionamos consecuencias mortales aparentemente!", bromeaba el libro blanco de la web oficial Squidgame.cash.
Desde su estreno, el martes 26 de octubre, el valor de squid se multiplicó, comenzando con un modesto precio al mercado de 0.01 centavo de dólar y superando para el viernes los 6.27 dólares, lo que representa un incremento de más del 60 mil %.
No obstante, entonces, y tal y como había informado la BBC, ya había preocupaciones sobre la divisa, ante la imposibilidad de algunos compradores de revender sus tokens.
Esta semana la criptomoneda definitivamente colapsó: cayó su valor un 99.99%, según la página especializada en precios de criptomonedas CoinMarketCap.
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Este tipo de fraude es habitualmente conocido entre los inversores en criptomonedas como el "tirón de alfombra".
Ocurre cuando el promotor de un token digital atrae a compradores, detiene la actividad bursátil y huye con el dinero que consiguió de las ventas.
Se estima que los desarrolladores de squid se llevaron 3.38 millones dólares, según la plataforma especializada en tecnología Gizmodo.
Squid es lo que se conoce una criptomoneda de la modalidad "play-to-earn" o "jugar para ganar", en la que la gente compra tokens para jugar a videojuegos online con los que pueden ganar más tokens.
Éstos pueden cambiarse por otras criptomonedas o por dinero fiduciario.
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En el caso de squid, se cree que muchos compradores eran gamers que querían jugar a la versión online de "El juego del calamar", cuyo estreno estaba anunciado para este mes.
Las dudas comenzaron a surgir poco después del estreno de la criptomoneda, cuando varios de los compradores intentaron sin éxito revender sus tokens.
El propio CoinMarketCap advirtió que muchos usuarios no podían revender sus tokens en las bolsas de criptomonedas. "Hemos recibido varios informes de que los usuarios no pueden vender este token en Pancakeswap (lugar de intercambio). ¡Tenga cuidado al operar!", alertó.
Los consumidores también manifestaron la semana pasada sus preocupaciones en redes sociales.
Un comprador dijo a la BBC en Twitter que tenía 7 mil 500 dólares bloqueados en la moneda y que esperaba que se liberaran en 48 horas.
Los críticos también advirtieron de que la página web de squid contenía numerosos errores gramaticales y tipográficos. El portal ya no está disponible y las cuentas de redes sociales donde se promovía han desaparecido.
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La compañía dijo entonces que estaba utilizando una tecnología antidumping "innovadora" que limita que la gente venda sus monedas si no hay suficientes siendo compradas en el mercado.
No obstante, la empresa se abstuvo de responder inmediatamente a la petición de aclaración de la BBC.
"Es una de las muchas estafas en las que inversores minoristas ingenuos quedan atrapados, siendo explotados por promotores de criptomonedas malintencionados", explicó a la BBC el economista de la Universidad de Cornell, Eswar Prasad.
El profesor instó a los consumidores a estar alerta a la hora de comprar criptomonedas ya que casi no existe supervisión regulatoria.
"De hecho, las estafas de pump and dump (inflar y desechar) son rampantes en el mundo de las criptomonedas, con inversores que a menudo se meten con todo, quizá esperando que pueden surcar la ola y deshacerse de sus participaciones para conseguir un beneficio rápido antes de que los precios colapsen".
ardm