La debilidad en la inversión ha llevado a México a un estancamiento secular de su economía, dijo el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).
Advirtió que si bien el país no está en crisis como Argentina y Turquía, corre el riesgo de hacer que una desaceleración temporal se convierta en estructural y que pase la factura al desempeño económico de mediano plazo.
En el reporte Crisis contra estancamiento secular en las economías emergentes expuso que el crecimiento en el país se ha detenido, con importaciones estancadas, pocas exportaciones y desinversión que se agudizó en 2019.
Esto ha colocado a México en el grupo de economías emergentes con un estancamiento secular, mientras que del otro lado están los que viven en algún tipo de crisis.
Para el IIF, la atención está en los que pasan por una desaceleración profunda, pues refleja la creciente ansiedad en los mercados por el crecimiento de las economías emergentes a mediano plazo. Lo anterior, dada la creciente preocupación en torno a la desglobalización, la automatización y el cambio climático en el mundo.
Debido al hecho de que la inversión débil está más allá de lo inmediato, la lista de países en “crisis” significa que el crecimiento tibio puede continuar a mediano plazo, lo que es un riesgo para la capacidad de los mercados emergentes de atraer capital extranjero.
Hay muchos impulsores de esta desaceleración, consideró, señalando en primer término a los que están en crisis y también casos genuinos de estancamiento secular.
La primera categoría incluye a Argentina y Turquía, donde las paradas repentinas de la balanza de pagos pusieron fin a las entradas de capital, lo que influyó en la inversión y el PIB.
El segundo grupo de naciones es más complejo, advirtió, e incluye a México y Sudáfrica.
Refirió que este grupo tiene algo importante en común con el primero, ya que en ambos la inversión se ha debilitado considerablemente, incluso en ausencia de una parada repentina.
El documento fue elaborado por el economista en jefe del instituto, que agrupa a las entidades financieras más importantes de todo el mundo, Robin Brooks y al analista Jonathan Fortun.
En él alertan que el crecimiento económico se ha desacelerado bruscamente en muchos mercados emergentes.
Subrayan que recientemente demostraron que el crecimiento en la mayoría de los mercados emergentes no ha logrado superar significativamente a las economías avanzadas desde 2013.
De hecho, si se observa en términos interanuales hasta el tercer trimestre de 2019, el crecimiento estuvo por debajo del promedio del mercado desarrollado en Brasil, Uruguay, Turquía, Sudáfrica, Ecuador, México, Arabia Saudita y Argentina.