Cuando una emprendedora o emprendedor funda una empresa, lo hace con la idea de que crezca, sea exitosa y perdure muchos años. Cuando lo logra y el negocio se consolida, con el tiempo empiezan a presentarse otros retos importantes. Uno al que todo negocio se enfrenta es garantizar su continuidad ante los cambios tecnológicos, nuevos competidores, crisis económicas y un largo etcétera.
Entre las dificultades que una empresa debe afrontar, pareciera que hay un obstáculo que, de acuerdo con las estadísticas, es muy difícil de superar: la propia familia. ¿Cómo puede ser que la familia sea una complicación para un negocio? Si hablamos de que más de 95% de las empresas mexicanas son familiares y de que sólo 15% aproximadamente logra pasar a la tercera generación, debemos preocuparnos realmente por entender qué está pasando.
¿Por qué solo una de cada seis empresas familiares logra pasar por dos transiciones generacionales exitosas? Evidentemente, son muchas las causas y las razones. Es importante tener presente que en muchas ocasiones no son los factores externos, como pueden ser crisis económicas, nuevos competidores, falta de políticas públicas adecuadas, etcétera, los que evitan la continuidad de una empresa familiar. Los problemas externos son superables en la mayoría de las ocasiones, aunque impliquen grandes esfuerzos. Las fuentes de la mayoría de las dificultades habría que buscarlas más bien dentro de la propia empresa y en particular en la relación familiar con respecto a su influencia en la marcha del negocio y en esas transiciones que implica cambios en los liderazgos.
Uno de los mayores retos que una empresa familiar debe superar es la sucesión generacional. Frecuentemente vemos cómo se retrasa innecesariamente este momento y hay una falta de planeación y preparación para la transición de la riqueza y del poder. Cuando la sucesión se hace de forma precipitada o forzada es muy probable que la empresa termine desapareciendo, dividiéndose o pasando por un periodo de mucha incertidumbre.
La sucesión en una familia empresaria es algo que requiere de tiempo, dedicación y mucha voluntad para llevarla a cabo, a través de una planeación cuidadosa. Son muchos los aspectos que deben considerarse en lo familiar, en lo empresarial y desde la propiedad, que origina que los ámbitos empresariales y familiares se entrelacen.
En lo familiar, algunos aspectos medulares que deben resolverse son la salud emocional de los miembros de la familia, la formación de los sucesores y la preparación del patriarca para el momento de la sucesión. Por la experiencia de 50 años del IPADE en estos temas, lo familiar es la dimensión más importante a considerar.
La forma de gestionar y gobernar el negocio estará fuertemente influenciada por la dimensión familiar. Cuando la persona al frente del negocio quiere mantener el poder por más tiempo del adecuado, cuando el resentimiento se impone a la razón, cuando las pasiones se desbordan y lo racional pasa a un segundo plano, la familia se desintegra, el negocio se deja de gestionar adecuadamente y ambos, familia y negocio, terminan mal.
Reflexionar sobre estos temas y tomar conciencia de los aspectos que son necesarios considerar, es un primer e importante paso para trabajar en el futuro del negocio y de la familia. La experiencia nos dice que siempre es mejor adelantarse a las crisis que una transición generacional supone a esperar que esta se presente para empezar a actuar. ¿Estás lista o listo para empezar a actuar?
*El autor es director del Centro de Investigación para Familias de Empresarios BBVA Bancomer de IPADE Business School.