Ayer, con la terminación de la Jornada Nacional de Sana Distancia por la emergencia del Covid-19 y el inicio de la nueva normalidad este lunes, el reinicio de actividades estará basado en un semáforo de cuatro colores, el cual irá cambiando en relación con el número de contagios en el país.
De acuerdo con la plataforma de servicios financieros Coru.com, la transición implica una serie de gastos tanto para empresas como para las personas en general. Destaca que esta etapa no es motivo para dejar de tomar las medidas de higiene establecidas, pues la Ciudad de México estará en la categoría roja por lo menos hasta el 15 de junio, con base en las estimaciones de las autoridades locales.
Además de las actividades esenciales que ya reanudaron operaciones, se espera que paulatinamente comiencen a hacer lo propio las industrias de la construcción, minería y automotriz, siempre y cuando mantengan un protocolo de sanidad previamente verificado.
“El regreso a la nueva normalidad será un proceso difícil no sólo para los empresarios, que deberán adaptar sus negocios a las medidas extra de seguridad para proteger a sus empleados, sino también implica un reto para que las personas mantengan un control presupuestal y eviten que la crisis económica familiar sea más grave de lo que ya se avizora”, dijo Sebastián Medrano, director de Coru.com.
Sin duda, las compañías deberán invertir en medidas fijas de sanidad, por lo que el gasto de volver a la nueva normalidad dependerá del giro que tenga cada negocio y el número de trabajadores con los que cuente, advirtió el Consejo Coordinador Empresarial (CCC), así como la Confederación Patronal (Coparmex).
Con la finalidad de que los ciudadanos consideren los desembolsos personales que deben mantener dentro de su presupuesto de vuelta a la normalidad, Coru.com plantea una serie de recomendaciones.
La primera de ellas es que se tendrá que contar con sanitizantes portátiles, mascarillas, caretas o cubrebocas obligatorios. Lo ideal es que cada persona transporte su propio kit de sanitización con lo antes mencionado, pues los contagios no desaparecerán. Es importante considerar que ese equipo sea lavable y reusable.
Además, no todos los restaurantes podrán operar para consumo en el negocio ni con la misma cantidad de comensales, por lo que es recomendable contar con empaques personales y portátiles de comida, agua y utensilios propios. Llevar a la oficina alimentos hechos en casa disminuirá los riesgos y permite reducir gastos.
Es la misma situación con el transporte, ya que con el fin de mantener el mínimo contacto con posibles focos de contagio, puede considerarse vincular una tarjeta o cuenta bancaria con algunas apps de transporte, comida y monederos electrónicos; o bien, compartir los gastos de un coche con familiares, amigos o compañeros de trabajo.
En caso de que se requiera pagar de emergencia en tiendas de conveniencia, es importante evitar tocar el efectivo y mejor optar por métodos de pago pago digitales o con tarjeta.
Invertir en un seguro de gastos médicos mayores, de hospitalización o de vida puede ser una buena idea, dependiendo de cada bolsillo, sobre todo si se tiene que volver a las actividades laborales.
Con ello, en caso de un contagio se contará con una garantía personal de apoyo para cubrir gastos imprevistos que podrían presionar el presupuesto familiar. Un seguro de hospitalización puede ir desde 800 pesos hasta más de 30 mil pesos anuales, en el caso de pólizas de gastos médicos mayores.