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En los últimos meses, la falta de acciones públicas contra los escándalos de corrupción y la desconfianza hacia el gobierno por la falta de eficiencia en el gasto provocaron la pérdida de confianza de los mexicanos hacia las instituciones, afirmó el jefe de investigación del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés), Daniel Gómez.
En entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL, el especialista afirma que esa situación afecta la competitividad de México.
Al referirse al Reporte Mundial de Competitividad 2017-2018 que el WEF dio a conocer el martes, dijo que a pesar de que el país subió de 4.1 puntos de calificación a 4.44, cuando 7 es el nivel máximo, permaneció en el sitio 51 de la lista al igual que el año pasado por diversos problemas que percibe la población.
Por ejemplo, lo que más se observó fue que cayó la percepción de la población en cuanto a la eficiencia del gasto en gobierno, hecho que generó desconfianza.
“Hay un mensaje bastante claro una desconfianza en las instituciones, que se percibe que hay problemas de corrupción, falta de independencia del sistema judicial y eso afecta el ambiente de negocios, los costos de operación y producción y es requerimiento básico para la competitividad”, explicó.
Explicó que el impulso a la competitividad que podría verse en la economía mexicana por las reformas estructurales se conseguirá a lo largo del tiempo, por lo cual esos ajustes al marco jurídico deben ser duraderos y mantenerse.
“Las reformas se esperaría que tuvieran un impacto positivo sobre los indicadores, aquí hay un tema de rezago y se espera un avance en el futuro. Pero en el ranking hay muchos países que hacen reformas y avanzan al mismo tiempo. Por eso aunque se mejore el puntaje en México sigue en el mismo nivel”, expuso.
El representante del WEF dijo que, de los 12 pilares, los que más cuentan para México son los factores de eficiencia: educación básica, media y superior, así como transferencia tecnológica, que pesan 50%, mientras la innovación sólo cuenta 10%.
El Reporte Mundial de Competitividad 2017-2018 califica a 137 economías a través de 12 pilares. En el caso de México registró caídas en instituciones, infraestructura, innovación y educación primaria. En tanto, el país mejoró en ambiente macroeconómico, educación superior y permaneció sin cambios en eficiencia de mercados de bienes, laboral y tamaño de mercado.
A pesar de los problemas de la economía mexicana y del entorno económico de lento crecimiento mundial, México es el cuarto país de América Latina, después de Chile 33; Costa Rica 47 y Panamá 50.
Gómez explicó que Argentina subió 12 posiciones, Nicaragua 10, Trinidad y Tobago 11. Mientras que en contraste hubo países que cayeron como Guatemala, Honduras y Paraguay que bajaron 8 cada uno; Perú y Colombia bajaron 5 posiciones.
“El tema de instituciones empeoró en toda Latinoamérica por la cantidad de escándalos de corrupción que se presentaron en casi todos los países, y eso redujo la calificación de las instituciones públicas. La ética corporativa. México no fue la excepción”, dijo Gómez.