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La administración estadounidense puede intentar presentar un dictamen que lleve al presidente Donald Trump a tener mayores facultades para imponer aranceles a productos de importación, entre otras decisiones que pueden ser equivalentes a salirse de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Se trata de un borrador en el que se propondrá otorgarle facultades al mandatario estadounidense para tomar acciones que contrarresten las reglas que están aprobadas por la OMC y que molestan a la Casa Blanca, como las medidas de represalia que se pueden imponer cuando Estados Unidos unilateralmente decide imponer aranceles contra algún país, de acuerdo con la publicación especializada Inside Trade.

Al respecto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, comentó que no se trata de salir de la OMC sino que están preocupados por diversos aspectos que no son justos y que los utiliza China como otros países a su favor, por ser parte del organismo.

Esto tiene que ver con las últimas decisiones que tomó el gobierno estadounidense por las que impuso aranceles de 10% al aluminio y de 25% al acero de diversos países, entre ellos México, Canadá y la Unión Europea, por considerar que las importaciones de esos productos ponían en riesgo la seguridad nacional de la economía más grande del mundo.

Así como la nueva investigación que inició el Departamento de Comercio de Estados Unidos hace unas semanas contra las importaciones de automóviles de cualquier parte del mundo, porque también argumenta cuestiones de seguridad interna.

Como la respuesta de los países afectados por los aranceles al acero y aluminio fue ir directamente a la OMC a solicitar autorización para imponer represalias, la Casa Blanca manejó un borrador por el que se darían mayores facultades al Ejecutivo y que en la práctica serían como salirse de la organización.

En Estados Unidos hay un problema de falta de recursos, porque el Departamento de Comercio pidió un aumento de presupuesto para tener un equipo dedicado exclusivamente a hacer investigaciones a las importaciones de productos que ponen en riesgo la seguridad nacional, denominada sección 232.

Sin embargo, el Congreso de ese país no dio suficientes recursos para la propuesta.

Por lo anterior, en una entrevista con CNBC, el secretario de comercio estadounidense, Wilbur Ross culpó al Congreso de querer retrasar las investigaciones de la Sección 232, porque solamente les dio una pequeña fracción de lo que solicitaron de recursos para llevar a cabo esas investigaciones.

Mientras Estados Unidos anunció que seguirá con este tipo de investigaciones, los países afectados mantienen sus discursos contra las medidas. Hace unos días el presidente Trump amenazó con que impondrá aranceles de 25% a los automóviles europeos que lleguen al mercado del país norteamericano, lo que provocó la reacción.

El portavoz de la Unión Europea, Margaritis Schinas, explicó que un primer impacto se va a dar en el mercado de Estados Unidos, donde puede afectarse el Producto Interno Bruto (PIB) en el orden de 13 mil a 14 mil millones de dólares.

Además, advirtió que la imposición de aranceles puede generar represalias globales equivalentes a 300 mil millones de dólares.

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