Dos de cada tres niños, niñas o adolescentes que trabajan en México lo realizan en actividades no permitidas , de acuerdo con los resultados más recientes del Módulo de Trabajo Infantil (MTI) 2017 dados a conocer por el Inegi .
Al cierre del año pasado, la población de cinco a 17 años en el país ascendió a 29.3 millones de personas . De este universo 3.2 millones realizaron trabajo infantil, y de estos 2.1 millones de niños, niñas y adolescentes (66%) realizan actividades no permitidas.
Se consideran que son ocupaciones y actividades no permitidas para este segmento de la población porque ponen en riesgo su salud , afectan su desarrollo o bien se llevan a cabo por debajo de la edad mínima permitida para trabajar, de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo.
La ocupación no permitida por entidad federativa reportó sus niveles más altos en Nayarit (12.2%), seguido de Zacatecas, Guerrero y Puebla con 11.9% cada uno.
Por sexo, la ocupación infantil no permitida la realizan 73.2% de los niños y 26.8% de las niñas, mientras que por grupos de edad, el 38.7% lo realizó la población infantil de 5 a 14 años y el 61.3% de 15 a 17 años.
La ocupación no permitida es principalmente de trabajadores subordinados y remunerados con 56.7%, seguida de los trabajadores no remunerados con 39.2%. Concentrándose en el sector agropecuario con 34.5%, seguido de los servicios y el comercio, con 22.3% y 20.3%, respectivamente.
En 2017, 39.3% de la ocupación no permitida no recibe ingresos por su trabajo y el 31.3% percibe como máximo hasta un salario mínimo; seguido de un 20.9% que percibe entre uno y dos salarios mínimos.
La tasa de ocupación peligrosa a nivel nacional fue de 18.2%, referida al porcentaje de ocupados de 15 a 17 años que de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo laboran en ocupaciones y sectores peligrosos, en horarios prolongados o nocturnos o en ocupaciones que ponen en riesgo su salud y sano desarrollo físico y/o mental.
Por entidades, Zacatecas reportó el nivel más alto con 29.8% y la Ciudad de México, con 6.1%, registró la tasa más baja. Entre 2007 y 2017, se observó un descenso de 26.6 a 18.2 por ciento.
Las principales consecuencias para el hogar si el niño, niña o adolescente deja de trabajar, son que el hogar tendría que destinar parte de su ingreso al niño o la niña con 26.0% y el ingreso del hogar se vería afectado con 18.3%.
lsm