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Aunque el objetivo de la renegociación del TLCAN no debiera ser que alguien deje la mesa, es necesario estar consciente que si alguien sale habría daños para los tres países, dijo la presidenta de la American Chamber Mexico (Amcham), Mónica Flores.
Flores, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, y el representante del Cuarto de Junto del sector privado, Moisés Kalach, coincidieron que deben encontrarse soluciones que mantengan el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“Esperamos que las posturas unilaterales no prevalezcan sobre los intereses de la nación”, dijo Castañón al término del evento de Amcham.
Afirmó que los empresarios estadounidenses están en la misma disposición que los mexicanos de que permanezca el Tratado, porque el acuerdo beneficia a los tres países y conviene más estar juntos que separados.
“Nos conviene más estar unidos que separados y esperamos que los negociadores en la cuarta, quinta y sexta ronda puedan encontrar soluciones a las posturas de los tres países. Que lleven a la unidad”, afirmó Castañón.
Para la presidenta de la Amcham, si Estados Unidos deja el tratado, o alguno de los socios, sería como un divorcio, “todos perderían, no habría un ganador".
"Por eso se tienen que seguir buscando propuestas para crecer juntos”, añadió.
En entrevista al término del evento que realizó la Amcham, al que invitó al presidente de la Cámara de Comercio estadounidense, también llamada US Chamber of Commerce, Thomas Donohue, Flores comentó que es mejor mantener el acuerdo comercial.
Dijo que si bien es necesario defender el tratado y resistir “tienes que aguantar hasta el límite de lo congruente, no puedes aceptar, en la negociación de un tratado tripartida, posiciones de soberanía. Hasta ahí podemos llegar. Pero el foco no es cuándo me paro, sino generar propuestas para seguir en la mesa”.
Si alguien sale, sería un desajuste para los tres países.
Por su parte, Kalach explicó que la postura que se lleva a la mesa de negociación del TLCAN tiene que ver más con la visión de la Casa Blanca, que con lo que quiere el sector empresarial.
IGC