La economía mexicana inició el año con un retroceso a tasa anual, producto de bajas en las actividades industriales y los servicios en enero respecto al mismo mes de 2019.
El Indicador Global de Actividad Económica (IGAE), una especie de PIB mensual, registró un retroceso de 0.7% en el lapso mencionado, luego de que en diciembre había logrado un crecimiento de 0.1%, de acuerdo con cifras ajustadas por estacionalidad publicadas por el Inegi.
“El reporte sorprendió a la baja, sobre todo si se toma en cuenta que los servicios al inicio del año fueron más moderados de lo que se esperaba de acuerdo con datos adelantados. Como resultado, las cifras disponibles para febrero, que se pensaban que eran fuertes, deben de ser tomadas con un poco más de escepticismo”, comentó Francisco Flores, analista económico de Banorte.
Por grandes grupos de actividades, las industriales disminuyeron a tasa anual 1.7% en enero, con lo que acumula 16 meses a la baja. Las relacionadas con el comercio, transporte y otros servicios bajaron 0.2%.
Por lo que se refiere a su desempeño mensual, el Indicador Global de la Actividad Económica no presentó variación en términos reales en el primer mes de este año.
Las actividades industriales crecieron 0.3%, las agropecuarias descendieron 0.3% y las relacionadas con los servicios cayeron 0.2% durante enero.
En opinión de Flores, el reporte es negativo, considerando que el PIB será impactado con fuerza ante las restricciones mundiales para combatir el coronavirus.
En la construcción, el impacto global afectará a la confianza empresarial aún más, con el componente del “momento adecuado para invertir” cayendo y con espacio fiscal limitado para que el gobierno compense la contracción, advirtió Flores.