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Como parte de los esfuerzos para la reconstrucción de las zonas afectadas por el sismo, el Registro Único de Vivienda (RUV) compartirá información con el Colegio de Arquitectos, el Colegio de Ingenieros, el Infonavit, Fovissste, Sociedad Hipotecaria Federal, la Comisión Nacional de Vivienda y los bancos, para tener un mapa con la ubicación exacta de las viviendas afectadas.
Lo anterior, con la intención de que al momento de la reconstrucción las nuevas viviendas cuenten con una Clave Única de Vivienda (CUV).
Luis Alvidrez, director general del registro, dijo que la obtención de la clave servirá para darle una rastreabilidad a los recursos públicos que se utilizarán para la reconstrucción en las zonas afectadas y para que los constructores de vivienda desde un inicio sepan qué terrenos necesitan una cimentación especial porque están en una zona sísmica.
La clave única de vivienda contiene el año de construcción, zona, longitud, latitud y altitud de la vivienda.
“La clave es relevante porque tenemos la posibilidad de hacer la historia de aquellas casas que tienen una clave única. Y en el caso de la reconstrucción en Chiapas, Oaxaca y Morelos, la sociedad civil va a entrar en la parte de la reconstrucción. Una clave para cada casa le da trazabilidad y transparencia al uso de los recursos”, explicó Alvidrez.
Para los desarrolladores de vivienda que van a participar en la reconstrucción de las viviendas en Chiapas, Oaxaca y Morelos, donde los terrenos son propiedad de la gente, la clave única de vivienda es importante para analizar el riesgo de una zona.
De esta manera, los ejecutores de la obra sabrán que la vivienda está ubicada en una zona de riesgo y hay que hacer trabajos de mitigación dependiendo del tipo de suelo para que los arquitectos e ingenieros responsables del diseño hagan una cimentación más sólida.
“Los desarrolladores de vivienda son los más interesados en saber en qué zona está el terreno, cómo está el equipamiento urbano alrededor y la parte sociodemográfica de ese entorno”, comentó Alvidrez.
El director general del Registro Único de Vivienda agregó que también están compartiendo información con Fundación Azteca y con Fundación Hogares para ayudar en la autoproducción de vivienda asistida en las zonas afectadas.
“A través de las comisiones estatales de vivienda ya colaboran con nosotros y ya tienen una CUV de autoproducción, con un valor mucho menor al de una casa de interés social”, indicó el director del RUV.
De acuerdo con el RUV, en la Ciudad de México hay alrededor de 200 o 300 viviendas afectadas por el sismo que contaban con una clave única de vivienda, pues se adquirieron a través de un crédito Infonavit.
El número de viviendas afectadas con la Clave Única de Vivienda es bajo, ya que anteriormente el Infonavit tenía un límite de 700 mil pesos para sus créditos, por lo que no había mucha oferta crediticia en la Ciudad de México.
“Pero en caso de que la vivienda no tenga clave podemos ayudar con una referencia de geoposición del avalúo que se tuvo en un momento y un radio de información de alrededor unos dos, tres y cinco kilómetros, y le podemos poner las capas de riesgo a esa zona”, agregó Alvidrez.
Las autoridades estiman que hay por lo menos 50 mil viviendas afectadas por los sismos. El RUV destacó que desde el pasado 3 de octubre ya es obligatorio que las viviendas usadas que se adquieren a través del Infonavit cuenten con la Clave Única de Vivienda.