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Si bien la reforma hacendaria que se aprobó en este sexenio redujo la dependencia de los ingresos petroleros, el cambio no se reflejó en un mayor crecimiento de la economía, coincidieron expertos.
Durante el foro “Balance de las reformas estructurales: del pacto a la acción”, dijeron que la despetrolización de las finanzas públicas se sustituyó con un incremento en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas.
Establecieron que a pesar de que la reforma fiscal hizo que las finanzas públicas tengan una estructura más sana respecto al pasado, prevalece una carga fiscal baja respecto al Producto Interno Bruto (PIB).
Señalaron que el próximo gobierno tendrá la bendición de contar con precios del petróleo más altos, no de 100 dólares por barril como se vio hace unos años, pero sí más que la administración saliente.
Además, propusieron que los recursos excedentes se destinen no nada más a reducir la deuda, sino también a la formación de capital, factor necesario en un contexto de paradigmas de la tecnología.
“Fue una reforma recaudatoria que cumplió su objetivo, fue exitosa; sin embargo, los resultados en términos de crecimiento, que nos interesa, no hemos logrado remontar ese 2.5% en promedio”, dijo el profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Raúl Carbajal.
En el foro organizado por el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República, afirmó que se ha llegado a un Estado estacionario que trae aparejada una serie de problemas sociales.
El investigador del IBD, José Luis Clavellina, afirmó que la reforma logró aumentar la recaudación de impuestos al pasar de 9.6% a 13% del PIB, tres puntos porcentuales.
Lo anterior, junto con algunas mejoras administrativas al Servicio de Administración Tributaria (SAT), permitió aumentar el padrón de contribuyentes y del empleo, pero no todo por la reforma fiscal, precisó.
Gasolinazo oculto. El investigador de la Universidad Iberoamericana de Puebla, Enrique Cárdenas, enfatizó que los mayores ingresos tributarios que se generaron con los cambios de 2014 no se habían visto desde la época del secretario de Hacienda Antonio Ortiz Mena, ni con David Ibarra Muñoz, en los 70, como tampoco en el sexenio de José López Portillo, con la abundancia del petróleo.
Pero la menor dependencia de los ingresos petroleros, se sustituyó en parte con el IEPS a las gasolinas.
Además, advirtió que si ahora no se hace nada para aumentar los impuestos, se tendrá un grave problema en materia de pensiones, rubro que demandará entre 80 mil millones y 100 mil millones de pesos en los próximos 12 años.
Falta competencia. Al analizar los resultados de la reforma financiera, afirmaron que la oferta del crédito creció de manera inercial, sin reducción en el costo. Al respecto, Leticia Riquelme, del Banco Interamericano de Desarrollo, dijo que esto se debe al problema de informalidad.