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La percepción de las familias sobre su situación económica y del país retrocedió en febrero, con lo que acumula tres meses consecutivos a la baja, según la Encuesta Nacional de Confianza del Consumidor.
El mes pasado, el Índice de Confianza del Consumidor elaborado por el Inegi y el Banco de México registró una reducción mensual de 0.7%, con datos ajustados por estacionalidad, luego de que en diciembre y enero pasados había reportado bajas de 0.6% y 2.4%, respectivamente.
Por componentes, dos de los cinco indicadores que integran la confianza del consumidor reportaron una baja en febrero. Por ejemplo, la variable que mide la percepción de los consumidores acerca de la situación económica del país hoy, comparada con la que prevaleció hace 12 meses, se redujo 1.4% con relación al nivel observado en enero.
Además, el componente relativo a la opinión sobre las posibilidades en el momento actual por parte de los integrantes del hogar, comparadas con las de hace un año, para efectuar compras de bienes durables disminuyó 3.6%.
Pese al retroceso, el índice de confianza del consumidor se mantiene por arriba de los niveles reportados un año antes, al registrar un crecimiento anual de 8.2% con datos ajustados por estacionalidad.
Adicional a los componentes, el Inegi presenta los resultados de las series complementarias sobre la confianza del consumidor y que se refieren a las posibilidades de comprar ropa, zapatos, alimentos, salir de vacaciones y ahorrar, entre otros. De los 10 índices que integran esta serie complementaria, seis reportaron una baja mensual en febrero.
Los eventos que se avecinan hacia adelante podrían generar mayor volatilidad cambiaria y, por tanto, repercutir en la confianza de los consumidores. Entre ellos destacan posibles medidas proteccionistas que pudiera poner en marcha Estados Unidos, el ritmo de normalización monetaria que instrumenten EU y México, la renegociación del TLCAN, así como la trayectoria de la inflación en el país, explicó Janeth Quiroz, analista económica de grupo financiero Monex.
Es probable que la confianza del consumidor también refleje la incertidumbre política en torno al proceso electoral de este año, agregó Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte-Ixe.
Cae inversión fija bruta. En 2017, la inversión fija bruta reportó su primera caída anual acumulada en cuatro años, debido a la contracción del gasto en construcción no residencial y la disminución de la adquisición de equipo de transporte de origen nacional.
La inversión fija bruta, que representa los gastos realizados en maquinaria y equipo de origen nacional e importado, así como los de construcción, reportó una caída anual acumulada de 1.5% en 2017, su primer retroceso desde 2013, cuando se contrajo 3.4%, de acuerdo con datos del Inegi.
Por sus componentes, la inversión en construcción cayó 3.7% el año pasado respecto a 2016, producto fundamentalmente del desplome de 7.9% en la construcción no residencial, ligada a las grandes obras de infraestructura pública.
Una de las principales afectaciones en este rubro se deben a los recortes presupuestales que han postergado o eliminado varios proyectos públicos y privados.