Economía

Piden reestructurar planes contra pobreza

Rimisp solicita al próximo gobierno una nueva estrategia de inclusión económica

Estancamiento. El Rimisp considera que pese a los esfuerzos por reducir la pobreza, la situación no ha cambiado desde hace 20 años. Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL
21/08/2018 |00:38Leonor Flores |
Redacción El Universal
Pendiente este autorVer perfil

cartera@eluniversal.com.mx

El proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2019 debe considerar una nueva estrategia de inclusión económica para superar la pobreza, consideró el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp).

En conferencia, la directora del Rimisp, Ignacia Fernández, dijo que pese a los esfuerzos en el combate a la pobreza, la situación no ha cambiado desde hace 20 años, mientras que la problemática es más aguda en las zonas rurales del país.

Newsletter
Recibe en tu correo las noticias más destacadas para viajar, trabajar y vivir en EU

Afirmó que existe una doble preocupación porque a pesar de los pasos que ha dado el gobierno con Progresa o con Oportunidades prevalecen muchos retos.

Mencionó que en México los niveles de pobreza por ingreso en 2016 siguen siendo iguales a los existentes en 1998, pues 58.2% de la población rural se encontraba en pobreza multidimensional en 2016, y 17.4% estaba en pobreza extrema.

Fernández estableció que parte de la dificultad para resolver el problema tiene que ver con el distanciamiento entre la política social con la política económica y productiva.

Ante este panorama, se necesita una estrategia que vincule a la política social con la productiva.

Fondo único. El investigador asociado del Rimisp, Héctor Robles, señaló que hay programas regresivos con una oferta institucional sin articulación y que no llegan a la población que más los necesita.

El centro planteó al próximo gobierno que a través de una nueva estrategia de inclusión económica se revisen todos los programas y se analice la creación de un fondo único para fomento productivo rural.

La propuesta está basada en tres principios: enfoque territorial, reconocimiento de la diversidad y multidimensionalidad de la situación de la pobreza, y centralidad de las organizaciones locales.