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La economía mexicana retrocedió durante el segundo trimestre del año a causa de la disminución en las actividades agropecuarias e industriales, de acuerdo con la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) dada a conocer por el Inegi.
Se estima que el PIB se redujo 0.1% en términos reales entre abril y junio respecto al trimestre anterior, con cifras ajustadas por estacionalidad. Lo anterior trajo como consecuencia que el crecimiento anual se ubicara en 1.6%, tasa inferior a 3% reportado en el segundo trimestre de 2017.
En los primeros seis meses del año la expansión anual de la economía se ubicó en 2%, lo que significó una desaceleración respecto a los primeros seis meses de 2017, cuando promedió 3%.
“La economía se desaceleró en todo lo que va de 2018 con un dinamismo menor al reportado en los primeros seis meses del año pasado; de abril a junio de este año tuvo un agotamiento adicional que hizo que cayera trimestralmente. En el fondo, el crecimiento sigue estando relativamente sostenido por el sector servicios, cuyo dinamismo también viene disminuyendo”, opinó Adrián Muñiz, analista de Vector.
En tanto, las actividades terciarias concernientes con el comercio, el transporte y otros servicios aumentaron 0.3% a tasa trimestral.
Por lo que se refiere a los resultados a tasa anual, el sector servicios, que representa 64.1% del PIB total, creció 2.4% en el segundo trimestre respecto al mismo periodo de 2017 con base en cifras ajustadas estacionalmente, y se expandió 2.2% en el primer semestre de 2018, con lo que se consolida la tendencia a la baja en el sector, sustentado en bajos salarios reales y las mayores tasas de interés, así como un ciclo que se encuentra en la fase tardía de expansión.
El sector industrial, que participa con 32.3% del PIB, registró una variación anual de 0.2%, considerando efectos estacionales. No se ha revertido la tendencia negativa de esta rama económica, en parte por la baja plataforma de producción y los menores precios del petróleo, que repercuten negativamente en el componente de minería.
En tanto, el sector agropecuario, que representa 3.6% del PIB, se expandió 2% en el segundo trimestre del año.
El segundo semestre va a ser un periodo en el cual se va a observar una desaceleración de la economía, debido a varios factores entre los que se encuentra un menor dinamismo del gasto público con el fin de alcanzar las metas fiscales, lo que le pegará al crecimiento económico.
El otro elemento son las tasas de interés elevadas con inflación relativamente alta, por lo que es posible que se observe una desaceleración del consumo privado en la segunda mitad del año, y en por lo tanto un menor consumo privado y un menor gasto público impactarán en un menor dinamismo del sector servicios, y en una desaceleración en toda la economía en conjunto, estimó Muñiz.
