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En espera de que flexibilicen su posición o reconsideren los planteamientos que debilitarán la competitividad de la región, México y Canadá no dieron propuestas para los temas que consideraron inaceptables, dijeron fuentes ligadas a la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Entre los asuntos que se reservan las representaciones de ambos países están reglas de origen automotriz, solución de controversias comerciales como dumping, subsidios y diferencias inversionista-Estado y exportaciones agropecuarias por cuotas.
En esta quinta ronda de negociaciones, celebrada oficialmente del 17 al 21 de noviembre en la Ciudad de México, sólo se profundizó en el detalle de los planteamientos que hizo Estados Unidos en temas anteriores, pero se presentaron contrapropuestas en el tema textil, cláusula de vigencia y compras de gobierno, para las cuales no habrá respuesta estadounidense, sino hasta diciembre en la ronda de medio camino en Washington.
“El equipo mexicano pone propuestas y contrapropuestas y comentarios en la mesa, pero la representación de Estados Unidos no necesariamente está respondiendo, hay capítulos que podrían tener avances o casi cerrar, pero no se ha visto esa voluntad del equipo estadounidense”, dijo Moisés Kalach, coordinador del Cuarto de Junto del sector privado.
De acuerdo con fuentes ligadas a la negociación, la contrapropuesta mexicana del sector textil fue mantener mecanismos que permiten incorporar insumos de importación en prendas que se fabrican en América del Norte e, incluso, se le pidió a Estados Unidos incrementar montos que le otorga a México, porque son menores a la cifra de canadienses.
Personas relacionadas a la negociación dijeron que México también presentó su contrapropuesta al planteamiento de EU en el capítulo de compras de gobierno. La postura estadounidense pretende que por cada dólar que dé un gobierno en contratos al sector privado de otro país, se dé otro del mismo monto.
El equipo mexicano planteó revisar el esquema de acuerdo al tamaño de la economía y la moneda de cada país, es decir, mientras el presupuesto de Estados Unidos se maneja en dólares, en México es en pesos y eso generaría una distorsión en equivalencias.
En la cláusula de vigencia del tratado, México y Canadá se unieron con la contrapropuesta de que en lugar de que acabe el acuerdo al quinto año, se revise para hacerle modificaciones sin que haya muerte súbita.
En solución de controversias y reglas de origen, los negociadores mexicanos y canadienses pidieron a EU detalles de cómo pretenden aplicar sus propuestas, porque hacerlo restaría competitividad a los tres países.
Fuentes del sector afirmaron que difícilmente EU cambiará su posición de eliminar el Capítulo 19 relacionado con los mecanismos para resolver las diferencias que surjan por casos de subsidios o exportaciones de productos con precios por debajo de mercado, conocido como dumping.
En el tema de inversionista-Estado, el planteamiento estadounidense es que sea opcional el ser parte del mecanismo de solución de diferencias de dicho tema y ellos no aceptarían la un panel para resolver las disputas.
Kalach afirmó que las respuestas de gobierno de EU a los planteamientos mexicanos en general no existen.