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El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) libró el recorte presupuestal que se plantea para algunas obras y proyectos durante el próximo año.
Para 2018, el gobierno federal tiene planeado asignarle 8 mil 681.5 millones de pesos al mega proyecto, monto que representa un aumento de 50.6% respecto al presupuesto de 2017, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación.
También es el presupuesto más alto que se le ha asignado al NAICM en los últimos tres años.
En 2015, al NAICM se le asignaron 6 mil 871.5 millones de pesos de recursos federales. Para los dos siguientes años se destinaron 5 mil 500 millones, en cada ejercicio.
Rafael Hernández, presidente de la Comisión Especial de Seguimiento a la Construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México de la Cámara de Diputados, dijo que este incremento va en línea con lo planeado por el gobierno federal desde que se dio a conocer el proyecto.
Sin embargo, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) no ha detallado en qué se han utilizado esos recursos.
Además, la Auditoría Superior de la Federación no ha entregado los reportes trimestrales que prometió sobre el avance del proyecto.
“No ha habido claridad, hemos estado exigiéndole al GACM que nos diga las cifras que relacionan los montos de dinero con el desarrollo de la obra y no lo hemos tenido.
“Le hemos pedido a la autoridad que proporcione las auditorías de gestión con el avance la obra y costo de dinero y la auditoría final de cuando revisa todo, las de gestión eran trimestralmente y no han dado ninguna”, indicó Hernández.
Dinero público y privado. El proyecto inicial del nuevo aeropuerto planteó que 58% de la obra se financiaría con recursos públicos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) y 42% con financiamiento externo mediante crédito bancario y la emisión de bonos.
Del total , 107 mil 856 serán recursos presupuestarios y 78 mil 236 de otras fuentes de financiamiento.
Hernández detalló que hay dos fideicomisos que controlan todo el dinero que se obtiene para financiar el NAICM; uno público que integra todo lo que aporta el presupuesto, y otro de carácter privado que es donde se colocan los créditos obtenidos de la banca internacional.
“Al hacerlo así están impidiendo la información de los créditos de la banca internacional porque los consideran privados, y en el PEF, está lento el auditor y como no hay obligación que nos dé a conocer el flujo, es más tardado”, indicó.
Transparentar contratos. El plan financiero integral para la construcción del proyecto se diseñó como una estructura mixta de recursos, tanto públicos como privados, buscando mantener al NAICM como patrimonio del gobierno; minimizando el impacto en las finanzas públicas; y utilizando los recursos propios del actual aeropuerto como del nuevo para recuperar la inversión.
Hernández agregó que se deben transparentar los contratos de las líneas de crédito internacional para saber a qué se están comprometiendo, pues hay plazos de 50 prorrogables a 100 años para pagar las líneas de crédito.
Y en caso del flujo para pagarle a los constructores de la obra, lo que hay hasta ahora es lo que cuestan las licitaciones, pero eso no detalla los planes de pago diferidos, indicó.