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miguel.pallares@eluniversal.com.mx
La economía mexicana puede caer en una recesión en 2018 si finaliza el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y hay un resultado “populista” en las elecciones presidenciales que desaliente las inversiones en México, anticipó Bart Pattyn, director general y presidente para América Latina de Coface.
“México tiene algunos retos, desaceleración, dudas, turbulencias e incertidumbres que pueden bajar la tasa de crecimiento, incluso al final del año próximo puede crear un crecimiento negativo que lleve a una recesión”, dijo el directivo.
En entrevista con EL UNIVERSAL, previa a la Conferencia Riesgo País que se realiza este martes en París, Francia, detalló una posible recesión dependerá de la concatenación de resultados desfavorables en ambos procesos, aunque no tienen una interdependencia.
“Ciertos escenarios pueden llevar a una desaceleración y un crecimiento negativo, si el TLCAN no se renueva o si hay una confrontación marcada entre México y Estados Unidos por todas las transacciones internacionales y si las elecciones tienden a ser de naturaleza populista y no a favor de las empresas, en ese momento puede ser que efectivamente el escenario de México se vuelva algo negativo”, recalcó.
“En este momento México tiene una calificación B, es una economía que es vulnerable; hemos bajado la calificación de A4 a B en el momento de las elecciones en Estados Unidos, como consecuencia de las dudas sobre el TLCAN, por el momento mantenemos en pie, no hay ningún plan o elemento que tienda a crear una percepción negativa”, indicó.
“Por supuesto, lo estamos analizando cada trimestre y los resultados de las elecciones presidenciales y estatales en México serán fundamentales para mantener o mejorar la calificación de riesgo país”, dijo.
De acuerdo con Pattyn, México no participará en la fase expansiva económica que se vive a escala mundial, debido a las preocupaciones e incertidumbre con su economía, mientras que otros países registran una aceleración económica, desempleo a la baja y escenarios optimistas hacia el futuro cercano.
“Cuando había una crisis profunda en América Latina como en 2014-2015 por materias primas, México era protegido por el TLCAN, por la fase expansiva de la economía americana, pero hoy estamos un poco al revés, hay crisis en el TLCAN y además hay otros asuntos interiores de México, entonces mientras el mundo está en una fase de expansión, el país tiene retos”, expresó.
Otros pendientes. Sobre otros factores que tendrán influencia en la economía mexicana este año, Bart Pattyn dijo que el gasto público, el gasto privado, las exportaciones y las remesas son cuatro elementos fundamentales que apuntan hacia escenarios poco alentadores.
“Hay una tendencia por el año electoral a gastar dinero en proyectos que puedan aumentar las posibilidades de reelección, al mismo tiempo las empresas evitan tomar decisiones grandes para esperar los resultados de las elecciones, entonces cuando hablamos de gasto público, es un elemento que es negativo dentro del desarrollo”, comentó.
En cuanto al gasto privado, Coface considera que la inflación y su golpe al poder adquisitivo de los mexicanos derivará en una influencia negativa en las compras, mientras que las exportaciones de productos están sin cambios, aunque con incertidumbre por la relación comercial con Estados Unidos.