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El gobierno mexicano no destina incentivos en materia de impuestos para que las empresas inviertan en investigación y desarrollo (I+D), revelan los indicadores sobre Ciencia, Tecnología e Industria 2017 de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
En 2015, el porcentaje de apoyo e intensidad de gobiernos y negocios dedicados a I+D empresarial como proporción del PIB fue de 0.16%, uno de los niveles más bajos entre los países de la OCDE.
Brasil, con 0.57% del PIB, supera a México en soporte a la investigación y desarrollo empresarial.
El gobierno puede dar incentivos fiscales y apoyar con inversiones para investigación y desarrollo; sin embargo, el sector privado debe invertir y fomentar la innovación por medio de la I+D, lo cual ha demostrado dar resultados, dijo Fernando Gutiérrez, experto del ITESM.
“Debería ser como Estados Unidos o Canadá donde hay mayor inversión en la parte de desarrollo tecnológico, auspiciada por el sector público y privado”, destacó.
Apple, Microsoft, Oracle, IBM invierten mucho dinero y han apostado a la I+D para la innovación y les ha dado resultado, añadió.
OCDE agrega que en 10 años, entre 2005 y 2015, el aporte de las empresas a investigación y desarrollo como porcentaje del total de la I+D del país pasó de 46.9% a 30%.
“México es uno de los países de la OCDE que carece de un esquema de incentivos en impuestos para apoyar la investigación y desarrollo de los negocios”, aseguró.
La OCDE detalla que en 2009, México abolió el esquema de desgravación fiscal, pero reintrodujo el instrumento en 2017.
“En 2015, proporcionó apoyo directo a la I+D empresarial que representa 0.06% del PIB”, agrega.
Este mismo porcentaje es igual a lo que Sudáfrica y Estonia aportan para investigación y desarrollo.
Mientras el volumen de incentivos para I+D en México es cero al igual que en países desarrollados como Suiza, Alemania y Finlandia, países latinoamericanos invierten en el tema.
De acuerdo con los indicadores del organismo internacional, Brasil destinó 988 millones de dólares PPP (Paridad de Poder Adquisitivo) y Chile dedicó 25 millones a I+D.
Sin embargo, la OCDE menciona que el presupuesto que el gobierno destina a investigación y desarrollo para la innovación creció 42% entre 2008 y 2016.