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México se está convirtiendo en una fuente importante de ingresos para la industria petrolera de Estados Unidos.
En 2017, la industria de la economía más grande del mundo obtuvo beneficios por casi 15 mil millones de dólares por todos los hidrocarburos que exportó a México [descontando el valor de lo que nos compraron], incluidas gasolinas y gas natural.
México, según autoridades estadounidenses, vendió al mercado de ese país una canasta de hidrocarburo que, de acuerdo con precios internacionales, tuvo un costo de 11.1 mil millones de dólares.
En contraste, el valor de las exportaciones de energía de EU a México alcanzó 25.8 mil millones, lo que arrojó un déficit comercial de hidrocarburos para el país de 14.7 millones de dólares en 2017.
La EIA destaca que para la Oficina del Censo de Estados Unidos la energía representó más de 10% del valor de todas las exportaciones estadounidenses a México y 4% de todas las importaciones provenientes de México al cierre del año pasado.
En el documento, Kempkey sostiene que en los últimos tres años el valor de las exportaciones de energía de EU a México ha excedido el valor de las importaciones.
Hasta 2014, las exportaciones nacionales de petróleo crudo a Estados Unidos constituían el componente más valioso del comercio bilateral de energía, y el valor total de las ventas de petróleo crudo de México excedía ampliamente el valor de las ventas netas de productos derivados del petróleo, principalmente gasolina y diesel, según los datos de la Oficina del Censo del vecino país.
A partir de 2015, el valor de las exportaciones de energía del mercado estadounidense a México —incluidos los volúmenes crecientes tanto de productos derivados del petróleo como de gas natural— superó el valor de las importaciones, porque los volúmenes de crudo vendido en Estados Unidos empezaron a disminuir.