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México debe mantener la estabilidad macroeconómica y seguir reduciendo la deuda frente al obstáculo que encontrará la economía por la incertidumbre en torno al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones presidenciales, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El director del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo, Alejandro Werner, estableció que si bien el crecimiento de la economía de Estados Unidos favorecerá a México, en el corto plazo puede verse limitada por esos factores.
“Se prevé que las perspectivas de México se beneficiarán del aumento del crecimiento en Estados Unidos, pero la incertidumbre que rodea el desenlace de las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y las elecciones presidenciales de julio obstaculizarán el crecimiento a corto plazo”, expresó en el blog oficial del FMI por la actualización de las perspectivas económicas para América Latina.
Destacó que México, América Central y partes del Caribe se están beneficiando de un crecimiento más vigoroso en Estados Unidos.
Confirmó el pronóstico que dio a conocer el lunes pasado el FMI para la economía mexicana para 2018, la cual se revisó al alza, de 1.9% a 2.3%, y para 2019 de 2.3% a 3%, es decir, 0.7 puntos porcentuales más respecto a la última estimación.
Ímpetu y desafíos. Favorecida por esta mejora del entorno mundial, la recuperación económica de América Latina también está cobrando ímpetu, a medida que las recesiones de algunos países (Brasil, Argentina y Ecuador) llegan a su fin.
Se estima que el crecimiento regional fue de 1.3% en 2017 (frente a 1.2% proyectado en octubre), y estima que la actividad se acelerará a 1.9% en 2018 y 2.6% en 2019.
Pero la región en general aún enfrenta dificultades a mediano plazo, advirtió. En los países que necesitan reducir los déficits fiscales, es necesario dirigir la atención al delicado equilibrio entre preservar un crecimiento inclusivo y estabilizar la elevada y creciente deuda pública.
Para resistir mejor los shocks en el futuro, se lograría una mayor resiliencia y eficacia a la política monetaria manteniendo la flexibilidad cambiaria y reforzando en mayor medida la comunicación y la transparencia de los bancos centrales.
El representante del FMI explicó que las presiones para adoptar políticas aislacionistas en las economías avanzadas —por ejemplo en el repliegue de la integración transfronteriza— y las tensiones geopolíticas mundiales y los fenómenos meteorológicos extremos pueden acentuar la incertidumbre.
Añadió que las condiciones en los mercados financieros pueden hacerse más restrictivas si la inflación aumentara más de lo esperado en Estados Unidos o si las vulnerabilidades financieras internacionales se acumularan debido a una toma excesiva de riesgos durante el dilatado periodo de tasas de interés muy bajas y escasa volatilidad de los precios de los activos.