El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuiteó el viernes que las "guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar" , una afirmación audaz que probablemente será recibida con escepticismo tanto en Wall Street como en el propio Partido Republicano.
La declaración de Trump de que Estados Unidos impondrá fuertes aranceles sobre la importación de acero y aluminio ha agravado las tensiones con China y otros socios comerciales, además de generar perspectivas de aumentos de precios para los consumidores y las empresas estadounidenses. Las tensiones provocaron una fuerte caída en el cierre de Wall Street el jueves, mientras que China expresó el viernes su "grave preocupación".
Trump insistió que la medida era necesaria, al tuitear: "Cuando un país (EU) pierde muchos miles de millones de dólares en el comercio con prácticamente todos los países con los que hace negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar. Ejemplo, cuando tenemos déficit de 100.000 millones con cierto país y ellos se ponen burlones, no comerciar más: ganamos en grande ¡Es fácil!".
Trump dijo que se necesita medidas firmes para proteger la industria estadounidense de la competencia desleal y acentuar la seguridad nacional. Su anuncio, posterior a un debate intenso en la Casa Blanca, provocó críticas duras de algunos republicanos y remeció los mercados financieros, preocupados por las consecuencias económicas.
En el exterior, la declaración de Trump recibió una respuesta enérgica del presidente de la Comisión Europea. Jean-Claude Juncker denunció la medida proyectada como una "intervención flagrante para proteger la industria interior de Estados Unidos". Juncker dijo que la UE tomará represalias si Trump cumple con su anuncio.
El ministerio de Comercio chino dijo en un comunicado que "la parte china expresa grave preocupación". Añadió que Beijing ha cumplido sus obligaciones comerciales y pidió a Washington que resuelva las disputas mediante negociaciones.
Canadá, el mayor exportador de acero y aluminio a Estados Unidos, dijo que "tomará medidas adecuadas" en defensa de sus intereses comerciales y sus trabajadores.
Durante una reunión en la Casa Blanca con directivos del acero y el aluminio, Trump dijo que la semana entrante impondrá aranceles punitorias de 25% sobre el acero y 10% sobre el aluminio. Los aranceles estarán vigentes "por un largo período de tiempo", dijo, sin aclarar si algunos socios comerciales estarían exentos.
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