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Los mexicanos están realmente angustiados por sufrir delitos cibernéticos y vaya que su preocupación es justificada. De acuerdo con el Unisys Security Index, México es el país más intranquilo por estos temas de los 12 que encuestaron. “Aun cuando se pudiera pensar que la seguridad personal es lo que preocuparía a los mexicanos, es el robo de identidad y fraude de tarjetas bancarias lo que más inquieta (76%)”, detalla el estudio.
En un país en el que la inseguridad pone en riesgo la vida de millones, los delitos en línea son los que más nos quitan el sueño: La seguridad personal fue la cuarta más grande amenaza (después del fraude bancario, el robo de identidad y la seguridad nacional), en la que 64% de los encuestados dijo tener serias obsesiones en este rubro.
Así, el tema está en la mira de los mexicanos y existen reacciones para que esto ocurra, porque los delitos cibernéticos han aumentado en los últimos años. Según cifras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), al tercer trimestre de 2017, estos crecieron 102% respecto al mismo periodo de 2016 y cada año representan una mayor proporción del total de los delitos, entre 13% y 51%.
¿Quién tiene la responsabilidad de que esto suceda? Al parecer, tanto bancos como usuarios. “En México tenemos un problema endémico, el fraude, y tiene que ver con que ha habido una subinversión por parte de la banca en manejo de fraude, no invierten porque no tienen ninguna necesidad, los bancos mexicanos son de los más rentables del mundo”, explica Adolfo Babatz, fundador de Clip, una de las startups fintech —ofrece servicios financieros a través de la tecnología— pioneras en este ecosistema, la cual se encuentra desarrollando tecnología a través de machine learning (esta rama de la inteligencia artificial que logra que las máquinas “aprendan”) para proteger a sus clientes de fraudes cibernéticos.
Babatz (quien ha trabajado en este sector durante años) explica que la rentabilidad de los bancos mexicanos hace que entre instituciones no sea necesario competir por mercado y, en consecuencia, no desarrollen tecnología para hacer más segura la experiencia del usuario.
Para entender lo poco que invierten los bancos en ello, pone el ejemplo de cómo es imposible pagar una compra en línea con una tarjeta de débito. “Es el clásico problema, ¿te duele la cabeza? Pues te corto la cabeza. Los bancos como no saben manejar el fraude, le cierran el switch”, explica.
Con esta misma intención, las instituciones bancarias le traspasan la responsabilidad de cuidar su seguridad a sus usuarios.
“Tú eres quien maneja el fraude, tú te tienes que cuidar, tienes un token y demás medidas, ellos no invierten en eso, pero por eso hay muchas fricciones que hacen que las transacciones no sucedan”, asegura el especialista.
“Tenemos un proyecto de varios millones de dólares y es la primera vez que se va a hacer esto, es invertir en algoritmos que realmente permitan manejar el fraude”, explica.
Ahora bien, ¿cuáles son otras explicaciones por las que este delito va en aumento? Las razones que los especialistas dan son varias. “Muchas veces, las personas que realizan este tipo de fraudes, se aprovechan del desconocimiento o poco cuidado que las personas tienen al utilizar los servicios financieros en línea, convirtiéndose en un blanco fácil para los estafadores”, sostiene la Condusef.
Otras, tienen que ver con la corrupción. “La clonación de plásticos se da frecuentemente por empleados que se ponen de acuerdo con los criminales para clonar las tarjetas de crédito cundo el usuario paga algún servicio”, asegura Alejandro Méndez, integrante de la Comisión de Finanzas y Sistema Financiero – Sur del Colegio de Contadores Públicos de México.
Según la Condusef, del total de reclamos realizados por fraude, casi 50% fueron por comercio electrónico y en cuanto a las denuncias realizadas por fraude cibernético, estas constituyen casi 94%. Es fácil entender por qué los usuarios estamos cada vez más preocupados por nuestra seguridad. En cuanto a la relacionada con las compras en línea, esta creció en 2017 más de 40% en los últimos años, según este mismo estudio de Unysis.