La séptima ronda de negociaciones del TLCAN está en curso, manteniéndose el problema de las reglas de origen que se aplicaran en adelante a la producción automotriz. En las negociaciones formales el tema se encuentra suspendido y el líder negociador por parte de Estados Unidos regreso a Washington para consultas que consideran a las mayores empresas del sector con matriz en ese país.

También quedó fuera de la séptima ronda de negociaciones el capítulo de inversiones, que entre sus contenidos incluye los mecanismos para solucionar las controversias entre empresas y el Estado en el caso de alguna decesión gubernamental. El gobierno de Estados Unidos sostiene que es en sus tribunales donde deben dirimirse las diferencias. En conjunto son temas relevantes, en particular para las decisiones de inversión de empresas extranjeras en México.

En días recientes la administración federal ha destacado la cuantiosa cantidad de recursos que han ingresado al país por concepto de Inversión Extranjera Directa (IED). Se señala que el ingreso acumulado de IED durante el gobierno actual supera, para el mismo periodo, en 50% al de la administración anterior y en 82% a la previa.

Banco de México informó recientemente que durante 2017 el flujo de IED hacia México fue de 29 mil 695 millones de dólares, cantidad semejante a la alcanzada en 2016, ambas entre las mayores de muchos años.

Sin duda la dinámica de la economía del país requiere de la IED. Los cambios recientes en la industria manufacturera, el incremento en las exportaciones de vehículos automotrices, equipos y aparatos eléctricos y electrónicos, equipos y aparatos para hospitales y para aplicación en medicina y las partes en la industria aeroespacial, que tienen un incremento reciente, no se explican sin la presencia de un reducido grupo de empresas transnacionales que han tomado sus decisiones de inversión teniendo en cuenta las reglas de origen acordadas en el TLCAN, el tratamiento establecido para la inversión en el propio acuerdo y el método de solución de controversias. Incluso, se observa complementariedad con otros acuerdos comerciales firmados por México que permiten operar en el país la plataforma exportadora con alto contenido importado.

Sin embargo, la IED, las inversiones de no residentes en títulos de deuda pública y en títulos de empresas privadas, como el comercio de derivados financieros tiene otros impactos en la dinámica de la economía que no propician un crecimiento significativo y sostenido.

En 2017, las cuentas con el exterior registran un déficit en la balanza de bienes y servicios por 20,693 millones de dólares que se suma al déficit por 26,233 millones de dólares producto de los pagos de dividendos, utilidades e intereses. De no ser por el ingreso neto de divisas por las remesas enviadas desde el exterior por un monto de 28,095 la cuenta corriente resultaría no financiable.

Las cifras son resultado de la acción de empresas extranjeras en México, del financiamiento de grandes empresas del país en mercados externos o de la colocación de deuda en manos de no residentes. La contraparte no existe en mayor dimensión: Ingresos del exterior por inversiones de firmas con matriz en México e incremento de las exportaciones con base en productos manufacturados en el país, de tal forma que resulte posible reducir el déficit comercial e incrementar los recursos por actividades productivas en el exterior a la vez que se amplia el mercado interno.

Si se considera la cuenta financiera de la balanza de pagos la necesidad de contar con empresas con capacidad de realizar inversiones en el extranjero apoyadas en una red de otras inversiones y proveedores en el país se revela imprescindible. Junto a ello, la multiplicación de inversiones para satisfacer el mercado interno en condiciones de incrementos en los ingresos reales de gran parte de la población. En 2017, las nuevas inversiones por empresas extranjeras son únicamente el 38% del total que ellas mismas realizan. El resto tiene fuentes interna y en tanto tal no amplían la capacidad de inversión. Lo urgente para que crezca sostenidamente la economía es contar con una mayor y más diversa inversión con fuentes propias. Es un camino que otros países con resultados positivos en términos de crecimiento económico y reducción de la desigualdad social han seguido. En México es impostergable.

Departamento de Economía. Universidad
Autónoma Metropolitana.
E-mail: vidal.gregorio@gmail.com

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