ruben.migueles@eluniversal.com.mx
La formación bruta de capital fijo del sector público, que comprende la inversión en maquinaria, equipo y obra pública, registró una caída anual acumulada de 6.6% en 2017, para llegar a ocho años consecutivos a la baja y ubicándose en el nivel más bajo en 14 años desde 2003.
De acuerdo con datos de la Oferta y Demanda Global de Bienes y Servicios del Inegi, este desplome de la inversión pública es resultado de la contracción del gasto gubernamental, en particular en proyectos de infraestructura que se han pospuesto o cancelado para alcanzar la consolidación fiscal.
La caída de la formación bruta de capital fijo del sector público también afectó a la inversión física del sector privado, misma que el año pasado bajó 0.6%, su primera contracción desde 2013, cuando había caído 3.8%. De esta forma, la formación bruta de capital pública y privada tuvo un retroceso anual acumulado de 1.5% en 2017, también su primera disminución en cuatro años.
Por su parte, el consumo gubernamental profundizó su fragilidad a causa de los recortes presupuestales, al registrar un alza de apenas 0.1% en 2017, la cifra más baja en 13 años.
Además, el valor de las exportaciones de bienes y servicios creció 3.8% durante 2017, tasa superior a la de 3.5% alcanzada un año antes. Resultado de ello, la demanda y la oferta global de bienes y servicios en el país reportó un incremento anual acumulado de 3.2% en 2017, tasa superior al 2.9% reportado un año antes.
Las condiciones de incertidumbre derivadas de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el proceso electoral seguirán pesando sobre las decisiones de inversión en el sector privado. Sin embargo, se espera que el mayor gasto gubernamental derivado de los comicios pueda ayudar a compensar los impactos negativos, mencionó Francisco Flores, economista de Banorte-Ixe.
Por otra parte, el Inegi dio a conocer por primera vez el monto del ahorro bruto del país, que ascendió a 5.2 billones de pesos corrientes en el cuarto trimestre de 2017, lo que significó 22.9% del Producto Interno Bruto (PIB), tasa inferior al 23.8% reportado en el cuarto trimestre de 2016.
El ahorro bruto es la parte del ingreso disponible que no se gasta en bienes ni en servicios de consumo final, permitiendo con estos recursos la compra de activos por parte de los agentes económicos.