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Por primera vez en ocho años, los incrementos salariales contractuales acordados en 2017 en México fueron insuficientes para resarcir la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores frente al repunte inflacionario de 6.77% a tasa anual reportado al cierre del año pasado.
Las negociaciones al salario contractual alcanzó un incremento nominal de 4.4% en promedio a lo largo de 2017, en beneficio de 2 millones 288 mil trabajadores, sin embargo, en términos reales, una vez descontada la inflación, representó una pérdida de 1.47%, hecho que no se registraba desde 2009, cuando se reportó una contracción real de 0.92%, de acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Esto tiene que ver con el desempeño de la inflación en 2017, dada la liberalización de los precios de los energéticos y un ciclo agrícola no favorable que eleva los niveles de inflación.
Por su parte, las negociaciones salariales en términos nominales también respondieron a este incremento de la inflación, a partir de junio se registraron aumentos superiores a 5%, en especial las del sector privado, comentó Francisco Flores, analista económico de Banorte-Ixe.
El número de trabajadores del sector privado involucrados en las negociaciones ascendió a un millón 481 mil personas (65% del total), con un incremento nominal de 5.1% en promedio, pero que en términos reales significó un rezago de 0.71% respecto a la inflación.
El resto de los 806 mil trabajadores correspondientes al sector público acordaron una alza nominal de apenas 3.2%, lo que representó una pérdida real de 2.86%.
El sector económico que concentró el mayor número de trabajadores involucrados en las negociaciones salariales contractuales durante 2017 fue la industria manufacturera, con 804 mil 261 personas, las cuales alcanzaron un incremento nominal promedio a sus percepciones de 5.3% nominal, lo que representó una contracción de 0.52% en términos reales.
Dentro del sector manufacturero, tres de las 21 actividades que comprenden esta industria negociaron un incremento nominal que logró superar la inflación, entre las que se encuentran: la fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón, con una alza nominal promedio de 8.5%, lo que en términos reales representó un aumento de 2.07%; la fabricación de maquinaria y equipo, 6.6% nominal, 0.81 real, y la industria de la madera, 6% nominal, 0.20% real.
Sin embargo, estos aumentos sólo beneficiaron a 11 mil 431 trabajadores, 0.5% del total que negociaron un incremento salarial contractual.
Entre otras actividades fuera de la manufactura, la que reportó el mayor incremento salarial promedio fueron otros servicios, con un alza nominal de 6.5%, lo que significó un avance en términos reales de 0.48%.
Las actividades no manufactureras con menor incremento salarial fueron los servicios de salud y asistencia social, con un alza de 3%, lo que significó contracción en su poder adquisitivo de 3.12%.