ruben.migueles@eluniversal.com.mx
Los mercados financieros inician la jornada en México con el dato de la inflación durante noviembre, mientras que en Estados Unidos sigue el debate en torno al gasto gubernamental para los próximos 12 meses, a un día de que concluya la fecha límite para que el presupuesto sea aprobado por el Congreso.
Analistas locales anticipaban que la inflación en noviembre reportaría una variación mensual de 1.01%, con lo que la anual se ubicaría en 6.6% a consecuencia de un traspaso moderado de la depreciación cambiaria más reciente a niveles de precios, el aumento estacional de tarifas eléctricas, y el incremento en precios del gas LP.
Sin embargo, parte de estas presiones se esperaba que fueran mitigadas por las promociones de la campaña El Buen Fin, las cuales se verían reflejadas principalmente en el componente subyacente de otros bienes. Los especialistas advierten que estarán atentos a la evolución de los precios de los bienes agropecuarios y energéticos, considerando el impacto que puedan tener sobre el comportamiento del índice de precios.
Las presiones inflacionarias y los comentarios más recientes del gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, han llevado al mercado a considerar que en la reunión del próximo 14 de diciembre la junta de Gobierno de Banxico decidirá subir la tasa de interés en 25 puntos base a 7.75%, un día después del anuncio de la Reserva Federal estadounidense.
En Estados Unidos los inversionistas contarán con los primeros resultados mensuales del mercado laboral relacionados con nuevas peticiones de subsidios por desempleo, así como el informe Challenger sobre recortes de puestos.
Asimismo, habrá seguimiento al conflicto en el Congreso en torno al gasto gubernamental para los próximos meses. Ayer, Donald Trump advirtió que el sábado puede haber un shutdown o cierre del gobierno y culpó de ello a los demócratas, que se niegan a apoyar los presupuestos que permitan seguir funcionando a la administración si no se incluye una solución para dreamers.
Destacados demócratas amenazan con votar en contra de la ley que debe suministrar fondos al gobierno si no se incluye en ella una solución para las decenas de miles de jóvenes sin papeles que quedaron al borde de poder ser deportados después de que Trump cancelara DACA, el programa con el que Barack Obama los protegió.
Los demócratas intentan aprovechar la necesidad de los republicanos de contar con ocho votos suyos en el Senado para presionar a favor de los dreamers. No sólo los demócratas piden una solución antes de que acabe el año. El martes pasado, 34 republicanos de la Cámara de Representantes enviaron una carta a su presidente, Paul Ryan, pidiéndole que permita antes de que acabe el año votar una ley para protegerlos.
El gobierno de EU corre el riesgo de quedarse sin fondos este viernes, fecha límite para la aprobación de una financiación que lo mantenga en funcionamiento hasta el próximo septiembre.