La industria automotriz mundial se encuentra en un proceso de restructuración, en donde competidores no tradicionales están cambiando al sector, desde su conceptualización hasta su propósito y sustentabilidad.

El sector global cuenta con una capacidad instalada superior a los 100 millones de automóviles anualmente. El mayor productor es China, con 28 millones de unidades, seguido por Estados Unidos con 12 millones, Japón con 9 millones, Alemania con 6 millones, y la India y Corea del Sur con 4 millones. México en séptimo lugar, con una producción de 3.5 millones de automóviles.

Los fabricantes de alto volumen, en Norteamérica GM, Ford y FCA, se encuentran sujetos a un proceso de transformación ante los cambios sociales, económicos y tecnológicos, compitiendo contra China, que domina economías de escala y es una gran amenaza en el sector. Este proceso de reconversión implica un cambio en las cadenas productivas y en los acuerdos de libre comercio.

A futuro estaremos viendo grandes rescates, fusiones y adquisiciones, en donde China juega un papel preponderante por ser el mayor fabricante de automóviles con marca propia y como maquilador de otras marcas. China fabrica el Buick Envision fundamentalmente para el mercado local; sin embargo, también lo exporta a Estados Unidos, México y Canadá. Desde el punto de vista de la empresa, es una decisión acertada dado que no sería factible duplicar instalaciones en Estados Unidos para su fabricación. Además, el producto es nuevo para el mercado americano por lo que no remplaza a ninguno de los existentes.

Simultáneamente, Ford está aprovechando las ventajas de una red de producción global para mover su producción del Focus a China, donde ya fabrica autos para el mercado local y estará exportando el Focus a Estados Unidos. Es decir, está consolidando su producción de autos de precio bajo en China. Asimismo, está buscando una asociación con un fabricante chino de automóviles eléctricos para ponerse al día tecnológicamente en este campo.

En el caso de FCA, en la prensa se ha comentado que está buscando un comprador, antes de que se retire Sergio Marchionne en el 2019. Después de haber intentado una fusión con GM y VW, ha surgido un comprador potencial, Great Wall Motors, una empresa de capital privado que inició operaciones en 1984.

Debido al dinamismo del sector, parece evidente que la industria norteamericana no está en su mejor momento y la postura del gobierno de Washington parecen estar en contra de las decisiones empresariales que tienen que ser tomadas cuando un sector se está transformando radicalmente.

Cancelar el proyecto de la planta de Ford en San Luis Potosí y llevar la producción del Focus a China es una decisión muy cuestionable, y aparentemente la causa del remplazo de su CEO Mark Fields.

En la región NAFTA se han creado cadenas productivas muy eficientes en los últimos 20 años, cada eslabón del sector automotriz se ha optimizado, por tal motivo, es muy difícil que de un día para otro se puedan desarrollar cadenas de valor diferentes. El consumidor tendrá que pagar el sobre precio y no serían competitivos.

El sector automotriz americano se fortalece con la calidad y disponibilidad de la mano de obra mexicana. La planta Nissan, en San Luis Potosí, es la más productiva de la corporación en términos globales, produce más unidades por hora y trabaja más horas por día que la competencia. Aún con aranceles superiores, México está en condiciones de competir en la región, independientemente de los cambios en el TLC.

Profesor decano del Área de Dirección de Operaciones de IPADE Business School

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