México debe de preparar medidas de “reacción” en caso de que Estados Unidos decida imponer aranceles al aluminio y acero mexicanos el primero de junio próximo, de no lograrse una exclusión definitiva mediante un proceso de consulta con el gobierno estadounidense, dijo el socio del despacho Foley Gardere Arena, Alejandro Gómez Strozzi.
Una de las opciones es imponer aranceles en reciprocidad a productos estadounidenses, seleccionando sensibilidades por tipo de mercancía y eligiendo aquellos estados exportadores cuya influencia del congresista sea importante.
“El Gobierno mexicano tiene experiencia en el mecanismo de 'carrusel arancelario', donde toma los productos más sensibles, y aplica diversas tasas arancelarias a los que son exportados desde los estados de aquellos congresistas con mayor influencia política en la toma de decisiones”, dijo el especialista.
Gomez-Strozzi explica que gravar con aranceles a productos ejercería la debida presión política sin causar un daño a los usuarios de insumos siderúrgicos.
“La adopción definitiva de aranceles a las importaciones siderúrgicas estadounidenses tendría alto impacto en el mercado mundial. Habrá acero de todo el mundo que no va a encontrar mercados, mucho de ese producto buscará entrar a México y, muy probablemente, la industria buscará que nuestro Gobierno la proteja”, expuso.
Ello porque Estados Unidos exentó temporalmente de arancel de 25% a las importaciones de acero y de 10% para las de aluminio mexicano, luego de que tras realizar una investigación consideró que al importar esos bienes se pone en riesgo la seguridad nacional. Los aranceles ya se impusieron a una serie de países, pero se exentó a México, Canadá y otros países hasta el 31 de mayo.
Cabe mencionar que el presidente estadounidense , Donald Trump , utilizó esta medida arancelaria como una presión para lograr que se avance en las negociaciones del TLCAN .
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afcl