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Empresas del sector acerero, del aluminio y agrícola detienen proyectos de inversión, derivado de la guerra comercial que existe entre México y Estados Unidos (EU), dijo el director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz .
Además de que los aranceles de 25% al acero y de 10% al aluminio que impuso desde el 1 de junio pasado EU a México se utilizan como instrumento de presión para que mexicanos y canadienses acepten las condiciones de la Casa Blanca en la renegociación del TLCAN , expuso durante el quinto Seminario para promover la obra editorial "La responsabilidad del Porvenir".
“En términos políticos el presidente de Estados Unidos manda el mensaje que no va bien la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), porque el alza de aranceles es parte de la moneda de cambio que utiliza para presionar a que México firme el Tratado. Además, de que no se puede ver aislado lo que se vio con Trudeau (durante la reunión del G-7 ) de que no le genera confianza ya a Trump”, expuso.
Lo que abre la posibilidad de que Estados Unidos presione para que se inicie una negociación bilateral del TLCAN, como ya lo dijo en días anteriores que ante lo diferente que son Canadá y México sería mejor negociar por separado con sus dos socios comerciales.
De la Cruz dijo que los aranceles que impuso EU a México y las represalias con que contestó el gobierno mexicano al imponer impuestos a la importación a acero y alimentos estadounidenses, entre otros productos “genera efectos adversos sobre inversiones de empresas a nivel sectorial o regional. Pero, no tendrá un efecto macroeconómico sensible, pero si hay compañías que están haciendo ajustes ante estos hechos”, especialmente del acero, agrícola y aluminio.
Sobre la negativa del presidente estadounidense, Donald Trump de firmar el comunicado final de la reunión del Grupo de los siete países más importantes del mundo, el llamado G-7, del fin de semana pasado, De la Cruz dijo que se rompió la alianza tradicional entre EU, sus aliados europeos y Japón. “Lo que ocurrió en G-7 abona en sentido adverso de que no se tiene la alianza que se había construido después de la Segunda Guerra Mundial”.
afcl