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Bank of America Merrill Lynch (Bofa-ML) estimó que en 2018, cuando la economía crecerá 1.6% con una inflación cercana a 4% y en la que la cuesta de enero se extenderá hasta marzo, con un tipo de cambio de 20 pesos por dólar, el gran tema del año es la elección presidencial.

Dijo que el proceso electoral, está generando más incertidumbre porque probablemente será una contienda cerrada y competida entre dos candidatos, en la que Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al estar arriba en las encuestas, inquieta más a los inversionistas extranjeros que poseen más de 60% de los bonos mexicanos, por el temor de que, si obtiene el triunfo, aplique un golpe de timón si retoma el discurso del pasado y lo pone en práctica.

“Si llegara a ganar, pues ¿quién es el que gana? ¿La persona que hace los comentarios recientemente, o gana la persona que tiene un historial que hacía los comentarios en donde cambiaría las políticas? Hacer una refinería en México es distinto al modelo que sigue Pemex; los extranjeros están comprando mucho Pemex y eso implicaría un cambio, un golpe de timón”, expuso el economista en jefe para México y Canadá, Carlos Capistrán.

Al presentar las expectativas económicas para 2018 con el título Aguas agitadas, estimó que el tipo de cambio podría llegar a 21 pesos, dependiendo de lo que pase con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones.

Estableció que si bien los tres precandidatos presidenciales más importantes dicen que mantendrán la disciplina fiscal y respetarán la independencia de Banco de México, lo que es un paso importante, hay dudas para el caso de AMLO.

“Un poco la visión es en el tipo de políticas que podrían seguirse, la idea es que a nivel macroeconómico, como lo ven los inversionistas extranjeros, es que todos los que ven en el frente, con excepción del señor López Obrador, tienen políticas similares a las que los inversionistas extranjeros ya están acostumbrados como estatus quo”, dijo.

Desde el punto de vista de los inversionistas internacionales, una ventaja que tiene José Antonio Meade es que lo conocen y tiene una buena relación.

Con Ricardo Anaya, se ha platicado con gente cercana al PAN, pero no hay alguien designada para hablar de temas económicos porque él mismo precandidato lo hace.

“Así como el señor López Obrador tiene muchos años en campaña y lo conocen en todos los rincones de México, es algo que al señor Meade no le ocurre así, pero por los inversionistas es al revés”, explicó.

“Entre los inversionistas internacionales casi nadie ha hablado con López Obrador; fue hace poco a Nueva York y a Londres tratando de empezar a corregir un poco eso, de la misma manera que el señor Meade trata de ir a toda la República para que lo conozcan”, abundó.

Cuesta de enero. Capistrán afirmó que se padece la clásica cuesta de enero, pero no sólo por ajustes en el precio de la gasolina.

“Hay una cuesta de enero porque la inflación está alta, que ahorita es de 6.8%, y eso va a hacer que ciertamente este enero se sienta con la cuesta muy difícil”, afirmó.

“Parte del por qué estamos debajo del consenso en crecimiento [es] porque creemos que va a ser cuesta de enero, febrero y marzo, el consumo se va a desacelerar”, dijo.

Si no hubiera el efecto del TLCAN y de la reforma fiscal con las elecciones, Banco de México ya habría comenzado a bajar tasas, opinó.

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