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Los mayores precios de la gasolina y el diésel en México durante enero de 2018 cobraron factura a la recaudación del gobierno federal.
Algunos automovilistas cambiaron su patrón de consumo, pues dejaron de comprar gasolina Premium y optaron por la Magna, mientras que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con el fin de evitar un mayor impacto en los bolsillos de las personas, tuvo que suavizar el cobro del impuesto a los combustibles.
Estos dos factores incidieron en la recaudación más baja que se tiene registro del IEPS a gasolinas y diésel para un enero desde 2014.
De acuerdo con datos de Hacienda, México captó 12 mil 602 millones de pesos en enero de este año por el impuesto que se cobra a los petrolíferos, una cifra 34% menor que la que obtuvo en el mismo mes de 2017.
La recaudación de este impuesto ha perdido dinamismo paulatinamente desde que dejó de subsidiarse el combustible, cuando entonces era un costo para las finanzas públicas.
En el primer mes de 2015, el gobierno obtuvo por el IEPS a gasolinas y diésel la histórica cantidad de 24 mil 140 millones de pesos. En enero del año siguiente la cifra bajó a 18 mil 350 millones, mientras que en los primeros 31 días de 2017 el monto fue de 18 mil 76 millones.
Sacrifican calidad por ahorro. Los automovilistas en México tuvieron que cambiar su patrón de consumo por el incremento en los precios de los combustibles, particularmente de la gasolina tipo Premium.
En enero del año pasado, el precio promedio nacional de la gasolina roja era de 17.81 pesos por litro. En el primer mes de este 2018 la misma cantidad del producto requirió un desembolso de 18.45 pesos.
Sin embargo, en algunas entidades este combustible rebasó los 19 pesos, como fue en los casos de Aguascalientes y Baja California, o en otros donde estuvo cerca de esa cantidad (Baja California sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua y Ciudad de México).
El encarecimiento de este combustible de mayor calidad provocó un menor consumo de automovilistas, que prefirieron ahorrar pesos por el llenado del tanque de su unidad.
Los datos de Petróleos Mexicanos muestran que se comercializaron 148 mil barriles diarios en enero del año pasado, cantidad que se redujo a 122 mil en el primer mes de este 2018.
En cambio, la Magna, que reportó una comercialización de 602 mil barriles diarios en los primeros 31 días de 2017, pasó a 643 mil barriles diarios en el mismo lapso de este año.
El precio de la gasolina verde era de 16 pesos por litro en enero del año pasado. La cotización del combustible pasó a 16.70 pesos por litro en el mismo mes de 2018.
La mano de Hacienda. Aunque el precio de la gasolina entró en un proceso gradual de liberalización (es el mercado el que define la cotización) en el país, el cual se completó a finales del año pasado, el gobierno federal aún tiene injerencia sobre él.
Hacienda informó que este año va a mantener el estímulo fiscal que aplica a combustibles, para reducir variaciones abruptas de las referencias internacionales y el tipo de cambio.
El pasado 8 de febrero, el subsecretario de la dependencia, Miguel Mess- macher, reconoció que en enero pudo haber un costo fiscal por la aplicación de la fórmula, pues los precios del petróleo se recuperaron.
“En enero es probable que si hayamos tenido un costo fiscal por menor recaudación de gasolina”, dijo, aunque enfatizó que Hacienda pudo financiar ese impacto porque el mayor precio del petróleo elevó los ingresos por exportaciones de crudo “y algo del excedente se usó para suavizar la cotización del combustible”.
El costo fiscal que admitió el subsecretario se observó en la recaudación del IEPS (que además de gasolinas y diésel incluye bebidas alcohólicas, saborizadas, alimentos con alta densidad calórica, telecomunicaciones y tabacos, principalmente).
Ese impuesto recaudó en enero pasado 28 mil 141 millones de pesos, aunque lo que estaba previsto obtener eran 35 mil 562 millones, es decir, 21% menos. Gran parte de esa merma fue por los combustibles.