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maria.saldana@eluniversal.com.mx
Para evitar afectaciones por los aranceles aplicados a productos mexicanos por parte de Estados Unidos (EU) y viceversa, empresas nacionales han sustituido proveedores del país vecino por europeos, de acuerdo con el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce).
Eugenio Salinas, vicepresidente de Negociaciones Internacionales del organismo, dijo que algunas empresas de la industria automotriz relocalizan sus fábricas para evitar daños.
Agregó que para aminorar efectos de los aranceles sobre los exportadores estadounidenses de cerdo, los importadores mexicanos comenzaron a introducir productos de Dinamarca, Alemania, España y Canadá.
Explicó que si bien se impusieron aranceles contra algunas exportaciones porcinas de EU en represalia por las medidas que anunció el gobierno de Donald Trump contra el acero y aluminio mexicanos, se envió una señal de que la represalia no era en contra de los productores y por ello la tasa es de 10% en una primera fase y luego subirá a 20%.
Comentó que los importadores mexicanos no sólo de cerdo, sino también de lácteos y cárnicos, buscan diversificar la proveeduría. Por ejemplo, se podrían traer al mercado nacional quesos de Chile o Nueva Zelanda.
Durante un foro sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que organizó el Comce, Salinas dijo que las empresas automotrices que se pueden ver afectadas ante la amenaza de Trump de imponer un arancel de 25% a los vehículos planean mover líneas de producción.
A partir del 1 de junio el gobierno de EU impuso aranceles de 10% al aluminio y de 25% al acero mexicano. En respuesta, México decretó represalias contra productos estadounidenses.
Reactivación del TLCAN. Salinas, uno de los líderes del equipo del sector privado a cargo del seguimiento del TLCAN, dijo que existen versiones desde EU respecto a que en la segunda o tercera semana de julio se podría retomar la negociación del acuerdo.
Para Salinas existen cuatro escenarios que son la reactivación de la negociación y modernización del acuerdo; terminar con un TLCAN con cambios ligeros; que se alarguen las negociaciones y el convenio comercial se convierta en un “zombie”, o que la Casa Blanca anuncie su salida.
Comentó que hasta el momento ya concluyó la revisión de nueve capítulos y se cerraron seis anexos, pero hay temas cruciales que no aceptará México como la cláusula de terminación del acuerdo al quinto año de vigencia, ni la eliminación de capítulos de solución de controversias.
Por su parte, el director general del Comce, Fernando Ruiz Huarte, expuso que las negociaciones se dan en medio de presiones estadounidenses por las investigaciones que realiza en contra de importaciones de productos como los automóviles, bajo el argumento de que se trata de un riesgo de seguridad nacional.