La reforma fiscal de Estados Unidos , ha generado más dolores de cabeza que incentivos a los contribuyentes a año y medio de su implementación.
La socia de impuestos de la firma Ernst & Young ( EY ), Carmen Encarnación Barbosa , aseguró que en general, esos cambios tributarios son muy complejos, por lo que aún es muy temprano para evaluar si la reforma surtirá los efectos esperados.
“Las empresas no estaban preparadas para el nivel de cambio que se introdujo; las multinacionales no se han detenido a pensar en la forma en que operarán bajo estas reglas como sucede con Apple y Google que todavía no han tenido tiempo de analizar si económicamente le hace sentido traer su intangible a Estados Unidos ”, afirmó.
Durante el 21 Foro de Tributación Internacional organizado por el Colegio de Contadores Públicos, manifestó que aún no se sabe cómo van a reaccionar las multinacionales americanas sobre los posibles beneficios.
En tanto que las multinacionales latinoamericanas sí están más receptivas y curiosas a la idea de ver a EU como una plataforma de exportación y de invertir más y expandirse.Mientras que para otros países ha generado una presión para bajar la tasa del impuesto corporativo.
Gran apuesta
Estados Unidos
hizo una apuesta muy grande porque se pronosticó que para 2025, el déficit generado por dichos cambios, será de casi un trillón de dólares, refirió la especialista.
Pero sí no se genera un balance en las inversiones directas, claramente no será sostenible la reforma, advirtió.
Estableció que se tendrá que ver la suerte de la reforma, porque tuvieron que pasar 30 años para lograrla, por lo que será muy difícil pensar en una nueva para enfrentar los desafíos económicos.
A lo anterior falta ver si el presidente Donald Trump podrá reelegirse, y si la reforma podrá pagar la gran regalía a la que se le está apostando para cubrir el déficit fiscal que genere, recordó.
“Más bien es esperar y ver cómo se desarrollan los acontecimientos”, manifestó.
agv