El fin del Tratado de Libre Comercio de América del Norte ( TLCAN ) no es algo que el sector empresarial mexicano quiera porque se perdería un acuerdo comercial importante, sin embargo, tampoco sería una catástrofe, han coincidido diversos representantes de la iniciativa privada.
Canadá, EU y México
conformaron un bloque comercial llamado TLCAN que entró en vigor en 1994 y permitió eliminar los aranceles entre los países y facilitó que las empresas estadounidenses invirtieran en México.
Ahora los tres países negocian el Tratado a petición del presidente de EU, Donald Trump , quien considera al pacto como el peor acuerdo jamás firmado por su país , ya que asegura, perjudica los intereses comerciales e industriales de su nación en beneficio de México.
El 80% de las exportaciones mexicanas se destina a EU, por lo que salir del TLCAN tendría en principio un efecto importante en la actividad económica de México, pues esta venta de bienes al país del norte equivale a 37% del Producto Interno Bruto (PIB).
De acuerdo con especialistas, México sí tendría un efecto económico, pero podría seguir siendo competitivo. Aquí las razones:
- El país tiene tratados comerciales con más de 40 países y también hay avances en las negociaciones con otras naciones, por ejemplo, siguen las pláticas para reactivar el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) en el que aún permanecen 11 países.
- En total México cuenta con 32 Acuerdos para la Promoción, y Protección Reciproca de las Inversiones con 33 países y nueve acuerdos de Alcance Limitado en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
- Está la Alianza del Pacífico con Chile, Colombia y Perú y siguen las negociaciones para ampliar los acuerdos de complementación económica de Argentina y Brasil.
- En caso de romper el acuerdo, México tendrá que pagar aranceles de casi 4% y eso no es tan malo, pues eso permitirá que el país sea más competitivo y que lleve sus productos a Sudamérica y a otros continentes.
-Sin el TLCAN, EU impondría aranceles sobre algunos productos mexicanos, así que el intercambio con Estados Unidos se regiría ahora por las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y éstas no representan una carga arancelaria elevada.
- México probablemente respondería con aranceles propios.
- Los aranceles promedio que nos puede aplicar Estados Unidos son bajos; sin embargo, la consecuencia más grave de cobrar impuesto a la importación es para los estadounidenses, quienes tendrán que pagar más por comprar sus productos, según expertos.
- Se encarecería la importación del maíz, la soya y otros granos que aumentaría el precios de los cárnicos
- Los productos que más arancel van a pagar
para entrar a Estados Unidos son: lácteos, azúcar, bebidas, tabaco, textiles, ropa y camionetas SUV, cuyo impuesto varía entre 7.9% y 25%.
- Imponer aranceles de 35% a automóviles como amenazó el presidente Trump es violar las reglas internacionales de la OMC, porque el máximo arancel que registró Estados Unidos ante la OMC para las camiones SUV fue de 25% y solamente se pagaría ese impuesto de no tener tratado con ese país.
- De acuerdo SAI Consultores, que dirige Jaime Serra Puche, los aranceles que se pueden aplicar a los productos mexicanos de no haber el Tratado de Libre Comercio son menores a los que México les puede aplicar a la mercancía estadounidense.
- La mitad del comercio entre Estados Unidos y México no es afectado por el TLCAN.
- Salir del TLCAN no significaría que vamos a dejar de tener comercio con EU o Canadá, simplemente se dejarían de tener las ventajas actuales y se tendrían que acatar las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
- México encontraría nuevos mercados de exportación y de activación de muchos acuerdos que tiene vigentes. Los siguientes años veríamos más productos importados de otras naciones y veríamos cómo más productos mexicanos llegan a otras naciones.
- El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), señala que un “Plan B” para México es diversificar el comercio, ampliar la relación con América del Sur, certeza jurídica a las inversiones, reducir costos a las empresas y crear o mejorar la infraestructura para el intercambio comercial.
El 20 de agosto concluyó la primera ronda de negociaciones del TLCAN
sin que el presidente Trump hiciera declaraciones o usara su cuenta de Twitter para lanzar sus ataques al proceso. Sin embargo, dos días después durante un mitin en Phoenix, Arizona, Trump arremetió contra las negociaciones declarando: “no creo que podamos alcanzar un acuerdo. Así que creo que probablemente acabemos dando por terminado [el TLCAN] en algún momento”.
Días después, el 27 de agosto, Trump volvió al ataque vía Twitter cuestionando “el proceso de renegociación del TLCAN (el peor tratado jamás firmado) con México y Canadá. Los dos se están poniendo muy difíciles. Lo mejor sería ponerle fin” .
Se espera que en la segunda ronda, que concluye este 5 de septiembre, se tengan los documentos de partida para definir los cambios al acuerdo. En el cierre de esta ronda participarán el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
La tercera ronda de negociaciones
se realizará entre el 23 y 27 de septiembre, en Ottawa, Canadá,
tcm