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Parte de la solución a la escasez del agua pasa por vigilar y medir consumos del sector industrial y de servicios, puesto que en muchas ocasiones estos usuarios “se benefician autodeclarando menos consumo de agua de la que tienen concesionada”.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) detectó que de las 6 millones 18 mil 120 lecturas al año que deben realizarse en esos sectores, sólo se llevan a cabo 426 mil 586 lecturas con su programa de medición, es decir, hay 5 millones 591 mil 435 lecturas anuales de las cuales no se tienen registros reales de consumo.
Esto supone, de acuerdo con los datos del organismo, que actualmente apenas siete de cada 100 usuarios industriales y de servicios reportan sus consumos reales.
Para ir resolviendo paulatinamente el problema, el organismo tiene puestos los ojos en 5 mil aprovechamientos de agua subterránea de diversas empresas —cuyos nombres y razones sociales se reservan, pero que son altos consumidores del líquido— que “tienen un volumen de agua concesionada de mil 779 millones de metros cúbicos al año, pero sólo extraen 52.48% de ese volumen, por lo que las autoridades pueden liberar para otros usuarios, sobre todo en periodos de escasez, casi 884 millones de metros cúbicos anuales que no utiliza ni la industria y el sector de servicios”.
Estas empresas se encuentran distribuidas en el sector farmacéutico, cervecero, refresquero, metalúrgica, galletero, alimenticia, papelero, hotelero e inmobiliario, principalmente.
Los estados en donde se concentran estas empresas son: Jalisco, Quintana Roo, Yucatán, Estado de México, Guanajuato y Nuevo León, principalmente.
Es decir, explica el organismo en su Programa de Medición Automatizada de los Volúmenes de extracción en los Usuarios Industrial y de Servicios 2018, “se calcula que pudiera existir un volumen de agua que no está siendo utilizado en estas y otras localidades, y que de liberarse, puede generar un potencial beneficio por mayor consumo de otros usuarios”.
Por lo pronto, Conagua reconoce que “no cuenta con la capacidad financiera, ni de recursos humanos para llevar a cabo labores de toma de lecturas. En la actualidad, sólo dispone de 180 servidores públicos autorizados para realizar labores de inspección, los cuales llevan a cabo cerca de 12 mil visitas al año. Esto significa que su capacidad sólo le permite inspeccionar a 1.92% del universo de aprovechamientos dados en concesión (626 mil en total).
En México, de estos 626 mil aprovechamientos de agua que existen, 16 mil 488 son concesiones para usos industrial, agroindustrial y de servicios, lo cual hace muy complejo y costoso para la Conagua la inspección y toma de lectura en los aprovechamientos.
De estos últimos, tan sólo mil 169 tienen medidores automatizados que fueron instalados en 2013. Los restantes 15 mil 319 sólo cuentan con algún sistema de medición, “sin ser estos ni automatizados ni precisos”.
Al “carecer de un mecanismo de medición preciso, da lugar a que algunos usuarios no ocupen la totalidad del volumen concesionado, lo cual impide que dicha agua pueda ser, o bien asignada hacia usuarios con escasez del recurso, o en algunos casos permitiendo la preservación de los acuíferos del país”, añade.
Sostiene que dichos usuarios no están informando su volumen realmente extraído, a pesar de la instalación de los medidores automatizados, iniciados en 2013.
Recurso subutilizado. El documento entregado a la Unidad de Inversión de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público en octubre de 2017 para su incorporación al Paquete Presupuestal de este año, sostiene que estos usuarios utilizan poco más de la mitad del volumen de agua que se les concesiona anualmente (52.48%), “situación que representa para el organismo un dato muy importante para la toma de decisiones en cuanto a la administración del recurso hídrico”, porque podría dar grandes volúmenes de agua para otros usuarios.
Apenas en marzo, colonias como Centro, Cuauhtémoc, Tabacalera, Juárez, Narvarte o Del Valle, entre otras, se quedaron sin agua.
Las autoridades capitalinas indicaron que la escasez se ha recrudecido “por fallas en las redes de suministro”, lo que obligó a usuarios a desembolsar entre 5 mil y hasta 40 mil pesos al mes para comprar agua a pipas.
Por ello, Conagua invertirá casi mil 375 millones de pesos —incluidos gastos de operación y mantenimiento por 10 años—, para instalar 5 mil medidores automatizados que permitan realizar un control permanente y preciso de los volúmenes de extracción de los usuarios industrial, agroindustrial y de servicios, a través de la medición automatizada de 5 mil aprovechamientos de agua subterránea.
Ello permitirá monitorear en tiempo real y preciso las extracciones que realizan la industria como el sector de los servicios y liberar volúmenes de agua para las ciudades y usuarios diversos al caducar volúmenes concesionados que no son utilizados.
El costo de adquisición se determinó multiplicando el número de medidores a instalar, por un precio unitario de 40 mil 588 pesos, el cual es un costo promedio ponderado.
Los 5 mil medidores que contempla el programa se instalarán en aprovechamientos ubicados en 589 municipios de los 32 estados del país.