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Bruselas.— El acuerdo de principio sobre la modernización del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM) pone fin a la idea equivocada de que las relaciones con el bloque comunitario están sujetas a la evolución del TLCAN.
Así lo aseguró el representante de la Secretaría de Economía ante la UE, César Guerra Guerrero, durante el primer examen realizado por la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo sobre el resultado de las negociaciones para la actualización del acuerdo, el cual está en vigor desde 2000.
“El momento en el que llega este acuerdo en principio es de gran relevancia, no sólo por el contexto comercial mundial enrarecido en el que nos encontramos, sino porque también rompe el mito de que México tenía que llegar a un acuerdo con sus socios del TLCAN antes de hacerlo con la UE”, sostuvo.
Precisó que el resultado es ambicioso y equilibrado, y requirió, por parte de México, “esfuerzos extraordinarios”, ya que hay compromisos en “terrenos desconocidos” para el país en comercio exterior.
Sostuvo que México aceptó crear una corte bilateral para la solución de disputas entre inversionistas y Estado. Además, se comprometió a incluir por primera vez una parte de las compras públicas a nivel estatal (hasta ahora sólo ha permitido el acceso al mercado federal), al tiempo que accedió a la “exigencia europea” de ampliar el nivel de protección de las indicaciones geográficas hasta 340 nombres.
“Decidimos dar un voto de confianza al enfoque de la UE”, aseguró.
Por su parte, la eurodiputada Inmaculada Rodríguez-Piñero, ponente de la Eurocámara para la modernización del tratado con México, dijo que el principio de acuerdo constituye un mensaje al mundo.
“Mientras algunos están apostando por el proteccionismo y por iniciar temidas y terribles guerras comerciales, éste acuerdo demuestra el compromiso de la UE y México con un comercio global justo y basado en reglas”, indicó.
En la sesión de preguntas, varios eurodiputados expresaron su desacuerdo por no acompañar los capítulos sobre medio ambiente, desarrollo sostenible y lucha contra la corrupción y blanqueo de capitales de un sistema de sanción para obligar al gobierno mexicano a cumplir con las disipaciones.
“La corrupción es un problema endémico en México. ¿Qué sanciones aplicarán?”, cuestionó la eurodiputada de la Izquierda Unitaria Europea, Anne-Marie Mineur.
Helena König, directora general de Comercio de la Comisión Europea, respondió que no habrá un castigo. En su lugar, Bruselas recurrirá a informes periódicos, en consulta con la sociedad civil, como instrumento disuasivo.