Economía

Economía azul, en riesgo por el sargazo

Actividades turísticas están bajo amenaza: experto del BID; sugiere utilizar el alga en vez de considerarla un desecho

Oportunidad. Gerard Alleng, experto del BID, dijo que en algunos países el sargazo se utiliza como fertilizante. Foto/ARCHIVO EL UNIVERSAL
21/07/2019 |01:08
Leonor Flores
reportera de la sección CarteraVer perfil

cartera@eluniversal.com.mx

La temporada alta para destinos de playa como el Caribe mexicano podría estar en riesgo a causa de la aparición del sargazo.

Gerard Alleng, experto en energía limpia y cambio climático del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), advierte que el impacto no sólo es una molestia, sino podría tener implicaciones económicas significativas.

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El especialista senior de la División de Cambio Climático del organismo, quien coordina las actividades de adaptación y mitigación de la misma división en la región del Caribe, escribió un artículo en el blog Mejorando Vidas del BID.

Habla de la economía azul, como se le llama a la actividad generada por el turismo, que se ve amenazada por el alga.

El sargazo, nombre con el que se identifica a las plantas marrones que aparecieron por primera vez en las playas de Cancún en 2014, dijo, pone en jaque al turismo.

Explica que si bien se desconoce el monto de cuánto gastan los hoteles, los gobiernos o las comunidades locales en la recopilación y eliminación de este material biológico, algo muy cierto es que todos buscan una solución.

Recomienda identificar qué tipo de problema existe, porque según su experiencia, hay diversas mezclas de especies de la macroalga.

El especialista inspeccionó varios lugares afectados en el mundo y encontró una gran cantidad de sargazo mezclado con dos especies de pastos marinos: de tortuga y de manatí; un alga verde filamentosa que es una especie indicadora de contaminación orgánica, de altos niveles de nutrientes que contaminan el medio ambiente cercano a la costa.

Sin embargo, asegura que el problema radica en etiquetar como algas sin la distinción de que hay diferencias en las formas de las plantas y en el grupo de materiales.

“Si hubiese habido un entendimiento común y mayor sobre estos problemas, las soluciones que diseñaremos tendrán un mayor potencial de éxito”, dice.

Sugiere tratar el sargazo como un material productivo, en lugar de un producto de desecho, convertirlas en nuevos materiales. Comenta que en algunas partes del mundo se utilizan como fertilizante, y hay investigaciones que buscan transformarlo en un bioplástico.

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